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COIMBRA, Portugal, marzo 30.— Brasil «podrá ayudar a Portugal, como Portugal ayudó a Brasil» en otros tiempos y circunstancias, precisó la mandataria brasileña, Dilma Rousseff, durante su fugaz visita al país europeo, su antigua metrópoli.
Rousseff, de visita en el país europeo, prometió, ante el estrangulamiento de la economía portuguesa por parte de los mercados financieros, «hacer todo lo posible para ayudar, porque no se trata de un país cualquiera, sino, culturalmente hablando, una nación con la cual tenemos una relación umbilical».
Un día antes, Lula, también en Portugal, había dicho que la ayuda mediante la compra de deuda portuguesa debe ser decidida por la Presidenta: «Todo lo que podemos hacer para ayudar a Portugal lo deberíamos hacer, porque pienso que merece esa comprensión de Brasil».
Lula fustigó una probable intervención del Fondo Monetario Internacional (FMI) en la frágil economía lusa, porque «no resuelve el problema de este país, como no resolvió el de Brasil, como no resolvió otros problemas».
