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El documento fue leído por el presidente Hugo Chávez Frías en la reunión conclusiva que sostuvo con los ministros participantes. Autor: Internet Publicado: 21/09/2017 | 05:13 pm
CARACAS.— Los cancilleres del ALBA-TCP condenaron hoy la agresión a Libia, exigieron el cese inmediato de los bombardeos y de la intervención en el territorio libio, deploraron el papel distorsionador de los medios internacionales y abogaron por una solución de paz, en una declaración final del VI Consejo Político, donde también alertan que esa situación puede repetirse en Siria.
El enérgico documento fue leído por el presidente Hugo Chávez Frías en la reunión conclusiva que sostuvo con los ministros participantes. Desde el Palacio de Miraflores, Chávez calificó de excelente el documento que recoge, dijo, las tareas de hoy, y fue firmado por los cancilleres y representantes de los ocho países integrantes de la Alianza Bolivariana de los Pueblos de Nuestra América .
El presidente bolivariano afirmó que «el drama de Libia por el petróleo, apenas está comenzando» y que ese golpe era también contra África, añadiendo que los libios «sabrán qué hacer para asegurar su libertad, su soberanía», lo cual es asunto de los libios.
Advirtió, además, que la Unasur, es el blindaje para Suramérica y que junto con el Alba, los pueblos y los gobiernos se unirán contra la locura imperial, logrando que se convierta en un territorio de paz y de democracia. «Desde aquí sale la luz que es la esperanza del mundo. El mundo nuevo tiene su epicentro en el Alba», aseveró.
La reunión también acordó el Plan de Trabajo para ejecutar esa iniciativa de paz a la que llaman a incorporarse a otros organismos internacionales y que será presentada a la comunidad internacional en la próxima Asamblea General de la ONU; y el canciller Bruno Rodríguez Parrilla leyó la resolución de apoyo al pueblo y al establecimiento del Estado Palestino.
Por su parte, el canciller boliviano David Choquehuanca leyó un comunicado que respalda al Gobierno de Venezuela y rechaza el reciente ataque del departamento del Tesoro de Estados Unidos que acusó a cuatro ciudadanos venezolanos de supuestos vínculos con el narcotráfico.
