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Damasco, 9 ene (PL) Siria criticó a Catar por insistir en lo que calificó de postura predispuesta y tendenciosa en su contra, lo cual atenta contra los anhelos de unidad regional y desvincularse de normas de la Liga Árabe (LA).
En declaraciones que circulan hoy en esta capital, el representante sirio ante esa organización, Yousef Ahmad, particularmente censuró al primer ministro y canciller catarí, jeque Hamad bin Jassin al-Thani, de que sus parcializados comentarios sobre Siria no corresponden a su temporal puesto como presidente del Consejo Ministerial Árabe.
Las duras críticas de Ahmad tienen lugar después que el Consejo de Ministros de la LA, que tiene a Catar de presidente de turno, se reunió la víspera para realizar una primera evaluación del trabajo de la misión observadora en Siria y culpó a Damasco por lo que consideró falta de avance en esa labor y por interponer obstáculos a los inspectores.
Previo a ese encuentro ministerial en El Cairo, Egipto, Estados Unidos, Francia y sus aliados árabes, Catar entre ellos, presionaron fuerte a la LA y desacreditaron el trabajo que vienen realizando sus enviados a suelo sirio, donde han recorrido docenas de ciudades y pueblos sin restricciones y visitado hospitales y cárceles, e intercambiado con la población.
Especialmente, Ahmad se refirió a la imputación hecha por al-Thani de que el Gobierno de Damasco no ha cumplido con los compromisos acordados con el foro panárabe, su insistente intención de internacionalizar el problema sirio y plantear nuevas exigencias que van más allá de lo concertado en el protocolo de observación y el plan árabe de trabajo.
En rueda de prensa al término de la cita ministerial, al-Thani y el secretario general del ente regional, el egipcio Nabil al-Arabi, refirieron que reclamarán a la ONU el envío de una asistencia técnica para ayudar a los expertos en tema de derechos humanos, en cuestiones militares y de seguridad, así como expertos en otros asuntos.
Tal propuesta es la que han venido tratando de lograr especialmente Estados Unidos, Francia y otros aliados occidentales.
Al-Thani en particular imputó a Damasco incumplir con lo acordado y al igual que al-Arabi abogó por incrementar el número de veedores, que ahora es de 163, para poder enfrentar, según dijeron, la violencia la cual atribuyeron únicamente a las fuerzas sirias sin considerar las violaciones flagrantes y los ataques terroristas de los grupos armados.
El portal israelí de análisis informativo DEBKAFile publicó recientemente una investigación en la que relacionó evidencias sobre cómo Catar, con apoyo financiero de Arabia Saudita, realiza ingentes esfuerzos por crear una fuerza extremista de intervención en Siria con mercenarios de países de la región a los que ha ayudado a concentrar en sendos campamentos en Turquía.
Según DEBKAFile, Catar incluso ha suministrado parque bélico, logística, ha transportado a esos armados a sueldo a suelo turco y asignado a un militar de alto rango de su Ejército para coordinar las operaciones de formación de ese contingente al que han puesto de nombre Ejército Sirio de Liberación.
En varias ocasiones en las últimas semanas, las fuerzas sirias han logrado abortar intentos de infiltración de bandas armadas y le han ocupado gran cantidad y variedad de armamentos, entre ellos sofisticados equipos de comunicación satelital de fabricación saudita.
Analistas sirios, así como observadores occidentales en Damasco, coinciden en que para interpretar la postura de Catar se debe tener en cuenta que su actual cúpula monárquica es pro-estadounidense y que en ese emirato radica la mayor base militar de Estados Unidos en la región, lo cual ejerce una obvia influencia en las decisiones de Doha.
Ahmad censuró que existen diferencias entre el borrador del acta final de la reunión ministerial y las declaraciones de al-Thani que mostraron claramente las intenciones anti-sirias.
El representante de Damasco consideró que el primer ministro y canciller catarí asumió una posición embarazosa y forzada al hablar a nombre del pueblo sirio, cuando la gran mayoría está a favor del gobierno del presidente Bashar al-Assad, de la unidad nacional y rechaza todo tipo de intromisión extranjera.
Calificó, además, de negativa tal postura nada constructiva que responde a la campaña de escalada política y mediática contra Siria, y acusó a al-Thani de coordinar posiciones «con partes que llaman a la intervención extranjera aun a costa de la sangre del pueblo sirio».
