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BÉLGICA, mayo 3.— Las diferencias impidieron a los ministros de Economía de la Unión Europea (UE) llegar a consenso luego de unas 16 horas de reunión con el objetivo de reforzar el capital de los bancos, aumentar su resistencia frente a futuras crisis, y crear una normativa que evitara, en lo adelante, otorgar más «rescates bancarios» a costa de los contribuyentes, dijeron diversas fuentes.
La principal discrepancia, señaló la agencia Télam, fue el grado de flexibilidad que se debe permitir a cada país, cuestión que enfrenta a Reino Unido, Suecia y Polonia —que quieren exigir requisitos extra de capital a sus bancos— con Francia, Italia y Alemania, países que defienden mayor armonización en la UE para evitar distorsiones de competencia.
Según PL, ello se traduce en que Reino Unido, Suecia y Polonia abogan por facultades para imponer mayores reservas de capital a la banca en su territorio sin necesidad de contar con el visto bueno de Bruselas, en tanto el otro grupo defiende la armonización, pero bajo la dirección del ejecutivo comunitario, con el propósito de evitar que las instituciones financieras concentren activos de riesgo en otros países con menos regulaciones.
Así, el Consejo de titulares del ramo (Ecofin) agotó las discusiones del encuentro extraordinario convocado para analizar los nuevos requisitos de capital para los bancos, sin acuerdo en este, el principal tema.
Uno de los aspectos que sí logró consenso fue que los 8 300 bancos de la UE deberán contar, paulatinamente, con un colchón de seguridad mucho más potente, capaz de soportar momentos de crisis, reportó Telesur, y añadió que asuntos puntuales como la situación de la banca española, que mantiene en alerta a los mercados desde hace semanas, no fueron abordados.
Las exigencias se evaluaron en el marco del acuerdo internacional sobre solvencia bancaria Basilea III, dirigido precisamente a garantizar adecuados niveles de liquidez, explicó PL.
