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EL CAIRO, junio 5.— El reclamo popular de nuevo juicio a Hosni Mubarak y presiones de la Junta Militar para formar la asamblea que redactará la futura Constitución antes de las elecciones presidenciales, convulsionaron el clima político de Egipto.
Cientos de miles de egipcios respondieron a la convocatoria para la «Marcha del millón», que convergió en la plaza Tahrir de El Cairo, y tuvo resonancia en Alejandría, Suez y Aswán, reportó PL.
Las calles reflejaron la preocupante polarización política de un país donde la mayoría se dice decepcionada con el resultado de la primera vuelta electoral, que lleva al balotaje a Mohamed Morsy —de la Hermandad Musulmana—, y Ahmed Shafiq, último primer ministro nombrado por Mubarak; y denuncian como amañada y no representativa de la voluntad popular a esas elecciones.
Por cuarta noche consecutiva, los egipcios también repudiaron el veredicto de cadena perpetua, anunciado el sábado por el Tribunal Penal de El Cairo, para Mubarak y su ex ministro del Interior, Habib El-Adli, y que absolvió a ocho ex altos funcionarios procesados. Los manifestantes piden pena de muerte para el ex presidente, y los responsables de los aparatos de seguridad con relación a la muerte de más de 850 manifestantes en 2011.
Paralelamente, Morsy y otros dirigentes del llamado movimiento revolucionario boicotearon la reunión citada por la Junta Militar, donde lanzó un ultimátum de dos días para un acuerdo sobre la formación de la Asamblea Constituyente.
Según asistentes al encuentro, dijo la agencia oficial MENA, la Junta Militar advirtió que, si el jueves no se llega a un acuerdo, emitiría un texto complementario a la Declaración Constitucional aprobada en referendo en marzo de 2011.
