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¿Se acabó la fiesta de las encuestas?

Los centros de sondeos de opinión publica deberán abstenerse de divulgar por los medios de comunicación resultados de sus estudios sobre las presidenciales del 7 de octubre a partir del próximo domingo

Autor:

René Tamayo León

CARACAS.—El calendario electoral venezolano señalaba que solo hasta el 23 de septiembre (el pasado domingo) se les permitiría a las firmas encuestadoras difundir, a través de los medios de comunicación, los resultados de sus estudios de opinión sobre los comicios presidenciales del próximo 7 de octubre. El CNE acaba ampliar el plazo, hasta el próximo domingo.

Las empresas continuarán a partir de ahí con sus análisis, como corresponde; pero solo podrán informar de los resultados a sus clientes: partidos, grupos financieros, incluso, equipos de campaña de los aspirantes al batón de mando del Palacio de Miraflores.

Las vedas electorales son norma. Así, por ejemplo, el 4 de octubre, a las 12:00 de la noche, los candidatos a la presidencia deberán finiquitar sus campañas. Incluso, hasta habrá «ley seca» vísperas de los comicios, cuando la venta de bebidas alcohólicas quedará prohibida. No obstante, es bastante dudoso que se cumpla el manto de silencio sobre las encuestas.

El propio Consejo Nacional Electoral (CNE) está consciente. Una rectora del ente, Tania D’ Amelio, lo reconoció días atrás en el programa Contragolpe de Venezolana de Televisión (VTV).

El mutis es para los medios, pero, por ejemplo, las redes sociales están exentas. «Aún no se ha creado un mecanismo para regular» ese espacio; «la normativa no establece acciones contra» la publicación, «a través de esta vía», señaló D’ Amelio.

Contra las encuestas

Son alrededor de medio centenar las encuestadoras que están trabajando en el proceso. Solo ante el CNE están acreditadas 40. Sus presidentes, directores y dueños, acatarán la orden. Pero los equipos proselitistas seguro que seguirán echando mano a los números, en especial el Comando de Campaña Carabobo (CCC), del mandatario Hugo Chávez.

Contrario a la norma del pugilato electoral en la mayoría de los países de democracia burguesa, caracterizadas por las llamadas «guerras de encuestas», en Venezuela más bien lo que ha habido es una «guerra contra las encuestas».

La derecha y su candidato, el ultraconservador Henrique Capriles Radonski, han atacado visceralmente a las sondeadoras. Ninguna —al menos las reputadas, las serias— en ningún momento, a lo largo de estos meses, le ha dado ni tan siquiera un día de ventaja al delfín de la oligarquía local y mundial.

El equipo de campaña de Chávez, sin embargo, ha hecho la fiesta con todos y cada uno de los resultados que se dan, vengan de donde vengan. La ventaja del revolucionario ha sido clara y sostenida. Los estudios de opinión se han convertido en un arma pesada en la estrategia electoral de la Tolda Roja.

«Las encuestas no generan tendencias ni intención de voto», siempre dicen los que se ganan la vida con este negocio.

Debido al alto grado de polarización política en Venezuela (revolución vs. contrarrevolución; socialismo vs. capitalismo; mayorías vs. oligarquía), es verdad que no hacen mella en este electorado. Pero también han sido letales para la ya de por sí desfavorecida derecha y su Mesa de la Unidad Democrática, el concierto de partidos y organizaciones que aúpan a Capriles.

Otra diferencia de los sondeos en el país sudamericano respecto al resto de las democracias burguesas, es la gran capacidad de los directores de las firmas para ser líderes de opinión, y no solo lo son en el orden mediático y de marketing comicial, también lo logran en el campo de la politología.

Los jefes de estas empresas son venezolanos brillantes, intelectuales de primer nivel, muchos graduados o posgraduados en universidades de Estados Unidos, y con bastante cercanía teórica y práctica con las encuestadoras de ese país. Incluso a veces trabajan juntos.

Poner en dudas los resultados de estos especialistas es como morderse la cola. Y no todos son prochavistas. Algunos están en el medio y tratan de mantenerse alejados. Otros no están muy convencidos de que el proyecto bolivariano sea lo mejor para el país. Y otros son antichavistas furibundos.

No obstante, sus encuestas tienen que aceptar la realidad.

«En toda elección solo existen dos conclusiones: quién gana y de cuánto es la diferencia con el candidato más cercano», afirma Germán Campos, presidente de una de estas empresas.

Chávez es el gran favorito. La brecha entre él y su principal contendiente es cómoda, aunque indescifrable. La tendencia histórica y la que arrojan los estudios es de 60 por ciento de los votos para Chávez y 40 por ciento para Capriles.

La cuestión está en cuantos electores acudirán a las urnas. Chávez gana. El problema es saber con cuántos votos se levantarán uno y otro. No es dilema sencillo. De eso dependerá la estabilidad del país dentro de dos semanas hacia adelante.

De no ser tan amplia la victoria, como los chavistas quisieran y la revolución necesita, la burguesía podría manipular los resultados, aludir un supuesto fraude e intentar la promoción de actos de desobediencia y violencia.

Lo último de las encuestas

A continuación JR ofrece los más recientes estudios de varias de las más reputadas y representativas firmas del mercado venezolano de casas de sondeos.

Una, como es el caso de GIS XXI, es dirigida por el ex militar Jesse Chacón, un cercano colaborador y amigo de Hugo Chávez que participó en la rebelión del 4 de febrero de 1992. Otras, como Consultores 30.11 e Hinterlaces, están dirigidas por académicos como Germán Campos y Oscar Schemel, respectivamente —el último, nada cercano al chavismo. También están Datanalisis y Consultores 21, cuyos clientes principales son los partidos y el equipo de campaña de la derecha.

—Grupo de Investigación Social Siglo XXI (GIS XXI): Los estudios de esta casa de encuestas da amplia ventaja al actual presidente. Incluyendo a los indecisos. En su opinión, si el equipo electoral del presidente Hugo Chávez logra atraer a la mayoría de estos, la intención de votos a su favor se eleva al 60,1 por ciento. Si el team de Capriles Radonski contrarresta al de Chávez en este segmento, el derechista obtendría 39,9 por ciento. Para Jesse Chacón, director de GIS XXI, según el escenario en que se muevan los indecisos, la brecha a favor de Chávez sería de 10 a 18 puntos. Un escenario intermedio sugiere que Chávez ganará con 56,5 por ciento de los votos; mientras que Capriles tendrá 43,5 por ciento.

—Consultores 30-11: Su más reciente sondeo dio que 57,2 por ciento de los venezolanos votaría por Chávez, mientras que por Capriles lo haría el 35,7 por ciento. No obstante, si se valora solo a los que explicitaron su decisión de votar por uno u otro (es decir, el voto duro), Chávez se levantaría con el 61,6 por ciento y Capriles obtendría 38,4 por ciento. Ahora bien, independientemente del candidato preferido, el 63,9 por ciento de los encuestados considera que Chávez ganará; mientras que solo el 27,4 por ciento piensa que Capriles podrá acceder al Palacio de Miraflores.

—Instituto Venezolano de Análisis de Datos (Ivad): Un estu-dio por regiones aplicado por esta empresa, señala que en el occidente (estados de Zulia, Yaracuy, Lara y Falcón), el 48 por ciento de sus electores votará por Chávez, mientras que 31,3 por ciento lo hará por Henrique Capriles Radonski, para una brecha a favor del líder bolivariano de (16,7 por ciento). Región oriental (Anzoátegui, Monagas, Sucre, Bolívar y Nueva Esparta): Chávez, 50 por ciento; Capriles, 29,6 por ciento (brecha: 20,4 por ciento). Región los llanos (Portuguesa, Barinas, Apure, Cojedes y Guárico): Chávez, 64,2 por ciento; Capriles, 27,5 por ciento (brecha: 36,7 por ciento). Región central (Carabobo, Aragua, Miranda, Distrito Capital y Vargas): Chávez, 47,7 por ciento; Capriles, 34,8 por ciento (brecha: 12,9 por ciento). Región andina (Táchira, Trujillo y Mérida): Chávez (51,8); Capriles (45,5); brecha: 6,3 por ciento.

—Hinterlaces: Las más frescas estadísticas de esta firma indicaban que la intención de voto a favor de Chávez alcanza el 50 por ciento, mientras que el 32 por ciento del electorado prefiere a Capriles. En tanto, el voto polarizado favorece al primero en 61,63 por ciento; y al segundo en 38,37 por ciento.

—Datanálisis: Chávez obtendrá el 43,8 por ciento de los votos; mientras que Capriles logrará el 29,1 por ciento del sufragio, para una brecha a favor del candidato de la Tolda Roja de 14,7 por ciento. No obstante, si a esa intención de votos se le suma la inclinación de los indecisos, Chávez obtendría 54,6 por ciento de las boletas; y Capriles, 36,1 por ciento, para una brecha de 18,5 por ciento.

—Consultores 21: Su director, Luis Cristianssen, durante un foro de encuestadoras convocado por el periódico Últimas noticias, al cual asistió un nutrido grupo de gerentes de estas agrupaciones, señaló que «hay que tomarse muy en serio el escenario en el que Capriles gane». Según Consultores 21, la intención de votos a favor de Chávez es de 48,1 por ciento; mientras que la de Capriles llega a 46,2 por ciento. Es decir, hay un empate técnico entre ambos contendientes.

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