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Un muchacho en bicicleta en área destruida por enfrentamientos en Atareb, gobernación de Idlib. Autor: Reuters Publicado: 21/09/2017 | 05:26 pm
EL CAIRO, octubre 25.— El Gobierno de Damasco y los rebeldes del llamado Ejército Libre Sirio aceptaron este jueves una tregua temporal que debería comenzar este viernes, pero pusieron distintas condiciones para cumplirla, en medio de las dudas sobre su viabilidad y las divisiones entre los opositores armados.
El Ejército sirio anunció que cesará sus operaciones militares entre el viernes y el próximo lunes con motivo de la festividad musulmana del Aid al Adha (Fiesta del Sacrificio), tal como había propuesto el mediador internacional, el argelino Lajdar Brahimi, dijo PL.
En un comunicado leído en la televisión siria, el Comando General de las Fuerzas Armadas se reservó «el derecho a responder» si los «terroristas, atacan, fortalecen sus posiciones o reciben suministro de armas o personas desde dentro o fuera del país».
El ejército se comprometió a proteger a los civiles y las propiedades públicas y privadas de cualquier agresión, al tiempo que advirtió a sus países vecinos que «no faciliten la entrada de terroristas a territorio sirio, lo que supone una violación de sus compromisos internacionales de lucha contra el terrorismo”.
Damasco refrendó así las palabras de Brahimi, que ayer en El Cairo dijo que las autoridades sirias le habían asegurado que respetarían el alto el fuego temporal.
El enviado especial de la ONU y la Liga Árabe destacó que la mayoría de los grupos rebeldes había accedido a esta petición, aunque al menos uno, el islamista Frente Al Nusra, reconoció en público que no respetaría la tregua temporal.
En declaraciones a Efe, el «número dos» del insurgente Ejército Libre Sirio (ELS), Malek Kurdi, se comprometió hoy a cumplir la «frágil» tregua temporal, aunque alertó de que se movilizará para proteger las manifestaciones pacíficas contra Al Assad.
Kurdi resaltó que ambas partes han aceptado respetar un alto el fuego, el cese de la movilización de fuerzas y que no haya movimientos en las líneas del frente.
La diversidad de grupos opositores armados y la actual espiral de violencia en el país complican el cumplimiento de este nuevo alto el fuego, una iniciativa que ya se intentó el pasado abril bajo la mediación del antecesor de Brahimi, Kofi Annan, y que cayó en saco roto ante las violaciones de ambas partes del conflicto.
Sin embargo, el escepticismo reina, dijo AFP, pues el secretario general adjunto de Naciones Unidas, Jan Eliasson, dijo hoy en Ginebra que tiene una «microscópica esperanza»; aunque el Alto Comisionado de la ONU para los Refugiados (ACNUR) se mostró listo para aprovechar esa eventualidad y hacer llegar paquetes de ayuda de emergencia a miles de personas aisladas desde hace meses por los combates en el país.
A la espera de que comience la Fiesta del Sacrificio, los ataques de las tropas del ejército sirio contra los feudos rebeldes y los combates entre ambos bandos prosiguieron en todo el país, en especial en la ciudad de Alepo, y en Damasco y su periferia.
En el frente diplomático, Rusia acusó a Estados Unidos de estar coordinando las entregas de armas a los insurgentes, un extremo que Washington desmiente, dijo AFP.
También el presidente de la Asamblea Popular de Siria, Muhammad Yihad al-Laham, consideró que el factor que hace que perdure la crisis en Siria es la injerencia extranjera practicada por Occidente y algunos regímenes en la región, dijo PL.
Esos países, dijo, mediante su apoyo financiero, logístico y de inteligencia a los grupos terroristas armados, además de respaldar sus acciones contra los civiles, militares y la infraestructura del país, son los principales culpables de la extensión del conflicto.
Durante un encuentro con periodistas iraníes, el líder parlamentario criticó la política de doble rasero ejercida por las partes que apoyan el terrorismo en este país y, a la vez, culpan a las autoridades locales de las acciones que tienen lugar en la región y se abstienen de condenar este flagelo.
