En una emotiva comparecencia, el presidente de Estados Unidos, Barack Obama se solidarizó con las víctimas y los familiares de la matanza de este viernes en una escuela primaria de Connecticut.
«Nuestros corazones están rotos», dijo Obama, conteniendo a duras penas el llanto, mientras hablaba de «los pequeños» que vieron hoy cómo sus vidas terminaban abruptamente a balazos.
En uno de los momentos más emotivos en los que se ha visto al presidente, Obama dijo que los niños asesinados en la escuela «son nuestros hijos» y que el país debe unirse para evitar este tipo de tragedias «dejando a un lado la política».
El mandatario también dijo que él y su esposa Michelle abrazarían hoy a sus hijas. «Hay familias en Connecticut que no podrán hacerlo esta noche».