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BOGOTÁ, febrero 26.–La policía arremetió este martes con balas de goma, bombas aturdidoras y lacrimógenas contra miles de cafeteros que mantienen sus protestas ante la crisis de ese importante sector de la economía colombiana, reporta Prensa Latina.
Aunque desde el inicio los manifestantes pusieron en claro el carácter pacífico de su movilización, reiterado en varias oportunidades, apenas iniciado el paro la víspera la fuerza pública lanzó gases lacrimógenos sobre la muchedumbre en marcha, con un saldo de unos 60 heridos
En declaraciones al diario El tiempo, uno de los líderes de la protesta, Orlando Beltrán, declaró que siguen incorporándose a las marchas campesinos de la cordillera oriental y el Valle del Cauca. En esta jornada, dijo, pensamos llegar a las 90 mil personas.
Las autoridades estatales le habían dado al gremio garantías de respetar su derecho a la huelga, incluso el propio presidente Juan Manuel Santos, quien no obstante, calificó el paro de «inconveniente, innecesario e injusto».
Mientras, bajo el pretexto de preservar el carácter pacífico de las manifestaciones, la fuerza pública desplegó más de 15 mil efectivos en los 13 departamentos escenarios del paro, con el respaldo de escuadrones antidisturbios.
Aunque Santos asegura que los cafeteros nunca han estado solos y que el Gobierno siempre los ha respaldado, los caficultores plantean que el Ejecutivo desoyó sus demandas ante los bajos precios del grano y la devaluación de la moneda nacional frente al dólar, lo cual repercute en las exportaciones.
A todo eso se añade, plantean, los altos precios de abonos e insecticidas y las bajas en las cosechas a causa de las lluvias.
Por su parte, el presidente de la Sociedad de Agricultores de Colombia (SAC), Rafael Mejía, afirmó que el paro cafetero es una muestra de los efectos que empiezan a tener los acuerdos de libre comercio con países como Estados Unidos y Canadá.
La situación se caldea por momentos, y otros sectores como el de los lecheros y cortadores de caña declararon su intención de adherirse a la huelga, de la que ya forman parte los productores de cacao.
El sector cafetero demanda medidas que garanticen su subsistencia y la seguridad agraria del país. Los cultivadores del grano enfrentan la peor crisis de las últimas décadas. La producción pasó de ser 50 por ciento del valor de las exportaciones de la nación neogranadina, a mediados de los ochenta, a representar menos del cuatro por ciento.
