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Las Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia-Ejército del Pueblo (FARC-EP) insistieron en su defensa de la participación de las comunidades rurales en la toma de decisiones, dándole prioridad a los intereses sociales, al desarrollo sostenible, la protección ambiental y la producción alimentaria.
Antes de iniciar este martes una nueva jornada del séptimo ciclo de diálogo que mantienen con el Gobierno colombiano, a nombre de la representación de la guerrilla, Marco León Calarcá leyó un comunicado donde informan que la Asociación Nacional de Zonas de Reserva Campesina (Anzorc) invitó a los delegados de la mesa a participar en su tercer encuentro nacional a fines de marzo, en Colombia.
La invitación, apuntan, atiende a que en el primer punto de la agenda de pláticas que se lleva a cabo en La Habana —Desarrollo agrario integral con enfoque territorial—, se prevé abordar el asunto de las zonas de reserva campesinas y ello —dicen— implicaría la participación de sus protagonistas.
La guerrilla colombiana consideró que esas localidades merecen el respaldo institucional y el compromiso inmediato del Gobierno para formalizar el total de las 9,5 millones de hectáreas de tierra que comprenden procesos organizativos en Colombia.
Las Zonas de Reserva Campesina son áreas autónomas creadas en terrenos baldíos cuyos títulos de propiedad son de los que trabajan las tierras y así está establecido por la ley, pero, tras 20 años, solo seis de estos territorios se han puesto en marcha.
La Anzorc, consideraron, constituye una iniciativa agraria de paz que «merece todo el respeto y apoyo institucional posible, y el compromiso inmediato del Gobierno colombiano».
En pos de una política de paz sincera y creíble, el ejecutivo debe cesar la estigmatización y persecución pertinaz desde el propio Ministerio de Agricultura contra esas Zonas, estimó Calarcá.
La guerrilla llamó asimismo a que el Gobierno suspenda la represión y la violación de los derechos humanos en esos territorios, y advirtió que insistirá en la suspensión de las licencias ambientales y los megaproyectos de exploración de empresas petroleras, mineras y los agronegocios.
Tras un receso de varios días, el Gobierno colombiano y las FARC reanudaron el lunes el diálogo de paz iniciado en noviembre pasado en La Habana, cuyos intercambios continúan centrados en el primer punto de la agenda.
No obstante, el representante gubernamental a la mesa de negociaciones, Humberto de la Calle, anunció antes de iniciar este ciclo que venía con indicaciones estrictas del presidente Juan Manuel Santos de culminar las deliberaciones en torno a este tópico para así pasar a otros puntos que conforman el temario.
