25
Medios estadounidenses denunciaron este lunes que el presidente Barack Obama está próximo a aprobar el suministro de armamento letal a los grupos terroristas que actúan en Siria, una iniciativa que incluiría asistencia militar y aviones de combate, siendo ese el primer paso para imponer una hipotética zona de exclusión aérea sobre la nación árabe, reportó Telesur.
La Agencia Associated Press (AP) reseñó que la Casa Blanca evalúa con mucha urgencia la decisión, debido al «notable avance de las fuerzas armadas sirias en las últimas semanas».
Las denuncias surgen luego que la portavoz de Washington, Bernadette Meehan, aseguró que los asesores del Presidente están considerando todas las posibilidades para acelerar la «transición» en Siria. «Estados Unidos seguirá buscando la manera de fortalecer el potencial de la oposición siria», aseguró.
Asimismo, Meehan añadió que Obama sostendrá varias reuniones, en los próximos días, con el secretario de Estado, John Kerry, y otros miembros de su Gabinete, para discutir el asunto, en particular tras la reciente entrega de 759 millones de dólares en supuesta «ayuda no leta» a los armados.
El mismo Kerry decidió postergar una viaje previsto a Israel y otros tres países del Medio Oriente para poder participar en los debates en la Casa Blanca, «en los que se analizará la posibilidad de enviar aviones de guerra para neutralizar a los cazas y otros activos de la Fuerza Aérea siria», según publica AP.
Por su parte la cadena Fox News destacó que «los planes de la administración Obama para armar a los terroristas o imponer una zona de prohibición de vuelos en Siria, constituyen intentos por presionar las negociaciones hacia un arreglo pacífico del conflicto».
El reporte añade que una zona de exclusión aérea será necesaria para neutralizar los sistemas de defensa aérea sirios, que son mucho más potentes que los que tenía en su poder el fallecido líder libio Muamar Al Gaddafi, antes de que EE. UU. y sus aliados árabes lo derrocaran en 2011.
Washington ha considerado, desde hace meses, la posibilidad de armar a la oposición, pero se ha mostrado cauteloso porque no desea que extremistas vinculados con Al-Qaeda y otros grupos terroristas terminen apoderándose de las armas.
Por su parte, Damasco acusa a Washington desde hace meses —también a Gran Bretaña, Francia, Arabia Saudita, Qatar, Israel y Turquía— de equipar y financiar a las bandas armadas que pretenden derrocar por la fuerza al presidente Al-Assad.
