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EL CAIRO, abril 2.—Egipto pondrá en marcha nuevas leyes para luchar contra el terrorismo, después de que este miércoles muriera un oficial de la policía y cinco agentes resultaran heridos por explosiones frente a la Universidad de El Cairo, informó una comisión ministerial de Seguridad.
El anuncio se conoció después de que se reportara este miércoles la explosión de tres artefactos caseros a las puertas de la Universidad de El Cairo.
Las dos primeras bombas explotaron poco antes del mediodía, tras ser detonadas a distancia junto a un puesto de control policial, lo que parece indicar que el objetivo del atentado eran los agentes y no los estudiantes.
El oficial fallecido es Tarek al-Mergawi, el responsable de la unidad de investigación de la sección oeste de la provincia de Giza. Otro alto cargo del ministerio de Interior en la provincia de Giza, el general Abdel-Rauf al-Sirafy, se encuentra entre los heridos.
Dos horas después, cuando curiosos y periodistas se congregaban frente a la facultad de Ingeniería, un nuevo explosivo fue detonado junto a las ambulancias y furgones policiales que se habían desplazado al lugar, aunque no causó heridos, reportó EFE.
Según la televisión estatal, la policía tuvo que desactivar una cuarta bomba, en este caso de dinamita, en un coche hallado en las cercanías.
El grupo terrorista egipcio Aynad Misr (Soldados de Egipto) asumió la autoría de las explosiones. «Esos estallidos causaron la muerte y heridas a varios criminales conocidos por sus masacres», apunta en una nota divulgada en su cuenta de facebook, en alusión al papel de la policía en la represión de las protestas de los islamistas seguidores de Mohamed Mursi, presidente depuesto por el Ejército en julio de 2013.
La Universidad de El Cairo, al igual que el resto de centros de enseñanza superior de la capital egipcia, se ha convertido en el principal escenario de las manifestaciones que se realizan periódicamente desde julio de 2013, en favor del depuesto presidente Mohamed Mursi, que de forma invariable acaban en violentos enfrentamientos.
Las autoridades se han visto impotentes por el momento para frenar la convulsión en las universidades, hasta el punto de tener que prolongar las vacaciones intersemestrales para prevenir la violencia y endurecer las sanciones a estudiantes.
