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Escocia dio un No al Sí

Pese a lo reñido de la consulta, que preocupó a Londres y a toda Europa, en Escocia no triunfó la independencia

Autor:

Juventud Rebelde

EDIMBURGO, septiembre 19.— Finalmente, Escocia rechazó poner fin a una unión de 307 años con el Reino Unido y, tras histórico referendo, el líder nacionalista Alex Salmond anunció que dejará su cargo en su partido y como primer ministro de esa región.

«Para mí como líder, mi tiempo está casi acabado pero para Escocia la campaña continúa y el sueño nunca morirá», dijo Salmond a periodistas en Edimburgo, la capital escocesa, que respaldó la unión.

La agencia Reuters refiere que la votación a favor de permanecer en el Reino Unido es un alivio para millones de británicos, comenzando por el primer ministro David Cameron, cuyo puesto peligraba. Sus aliados en todo el mundo también estaban inquietos ante la perspectiva de una división del Reino Unido.

Los unionistas se impusieron con un 55 por ciento de los votos, mientras que los separatistas obtuvieron el 45 por ciento de los 3,6 millones de sufragios escrutados. La consulta marcó un récord de asistencia electoral del 85 por ciento.

Pero, como se había adelantado, los líderes británicos dijeron que la unión debe cambiar. El propio Salmond afirmó: «Hay 1,6 millones de personas que optaron por la independencia, creo que se expresarán, y en voz alta, si desaparecen los compromisos hechos».

En la otra esquina, David Cameron afirmó que el tema quedó zanjado. «No puede haber disputas ni nuevas votaciones; hemos escuchado el deseo de los escoceses», dijo el Primer Ministro.

La reina Isabel II dijo el viernes desde su castillo escocés en Balmoral que estaba segura de que los escoceses podrán volver a unirse en un espíritu de respeto mutuo, tras las divisiones en el referendo.

«Para muchos en Escocia y en otros lugares hoy habrá fuertes sentimientos y emociones encontradas entre familia, amigos y vecinos», afirmó en una declaración excepcional, antes de añadir que no dudaba «que estas emociones se templarán con la comprensión del sentimiento de los otros».

En un esfuerzo por detener el descontento, Cameron se había comprometido a forjar un nuevo arreglo constitucional que garantice a Escocia los poderes prometidos pero que también dé más atribuciones a Inglaterra, Gales e Irlanda del Norte. Según analistas, su promesa de más poderes para las partes buscó sedar a «la bestia dormida del nacionalismo inglés».

«Hemos elegido la unidad sobre la división, y el cambio positivo en lugar de la separación innecesaria», dijo Alistair Darling, responsable de la campaña «Better Together» (Mejor juntos) y ex ministro de Finanzas británico.

Los unionistas habían advertido que la independencia dañaría la imagen del Reino Unido en el mundo y que generaría incertidumbre financiera, económica y política.

Las reacciones internacionales fueron inmediatas. El presidente de Estados Unidos, Barack Obama, y los líderes de la UE habían dejado en claro que no querían separación.

En Bruselas, el presidente de la Comisión Europea, José Manuel Durao Barroso, elogió el resultado y lo definió como hecho positivo para Europa. «Es bueno para la Europa unida, abierta y más fuerte que quiere la Comisión Europea», dijo. El secretario general saliente de la OTAN, Anders Fogh Rasmussen, también celebró el desenlace.

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