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Supe, de buena tinta, que uno de los mercenarios presentes aquí, está detenido por alteración del orden público. Mostrando su calaña y en acto provocador fue a quitar la ofrenda floral ante el busto de Martí en el Parque Belisario Porras y agredió violentamente a un funcionario de la Embajada cubana que intentó impedir la ofensa. El cobarde vendepatria recibió su merecido, no lo duden, porque la dignidad cubana nadie puede mancillarla.
En el parqueo del Hotel El Panamá, donde se encuentra la carpa de la Sala de Prensa, otro de la fauna fue a provocar a delegados venezolanos, quienes pararon su verborrea, y el señor tuvo que salir corriendo hacia las instalaciones del Foro, en el que le han dado acreditación que no llegó para una veintena de verdaderos representantes de la Sociedad Civil cubana y a una docena de venezolanos, a pesar de que cuentan con la confirmación a la solicitud que hicieron, según lo reglamentado. Al mismo tiempo otro provocador no identificado se atrevió a gritar «Abajo el comunismo» y venezolanos, que fueron de inmediato apoyados por jóvenes cubanos, lo pusieron de patitas en la calle. No aprenden: a cada minuto, una nueva equivocación.
Interesante la intervención de la doctora Alicia Bárcena, secretaria ejecutiva de la Cepal, en uno de los paneles del Foro de la Sociedad Civil, donde dijo que la región que llega a esta Cumbre es distinta, es diferente, porque intenta construir su desarrollo a través de la unión en la Celac, Unasur, Mercosur. Y destacó los problemas sociales y económicos, los millones que viven en la pobreza y las desigualdades existentes.
Realidades que tenemos que cambiar en este continente: el desempleo, pues se necesitan 50 millones de nuevos empleos para garantizarlos a los jóvenes en los próximos diez años; las desigualdades de salarios para las mujeres. Hay que cambiar el modelo y son muchos los desafíos, dijo otro de los expertos, Guy Ryder, durante su conferencia Prosperidad con equidad: Inclusión y Trabajo decente.
