MADRID, junio 13.— Coaliciones de izquierda asumieron formalmente el poder el sábado en cuatro de las cinco ciudades más grandes de España, marcando un punto de quiebre político en los municipios del país, un mes después de que los votantes expresaron en las urnas su enojo por las medidas de austeridad y prácticas corruptas del conservador Partido Popular (PP) gobernante.
El PP perdió el mandato en más de una docena de capitales provinciales de España, lo que refleja una importante erosión en la influencia del presidente del Gobierno, Mariano Rajoy, antes de las elecciones generales que se celebrarán en noviembre, comentó Reuters.
Las ceremonias se realizaron tras un proceso de formaciones de alianzas que duró semanas, luego de que partidos emergentes recibieran un fuerte respaldo en los comicios municipales del 24 de mayo. Aún se están desarrollando negociaciones para formar gobiernos en 13 de 17 comunidades autónomas que también celebraron comicios en mayo.
Las grandes áreas metropolitanas de Madrid, Barcelona, Valencia y Zaragoza ahora cuentan con administraciones de izquierda formadas por grupos políticos nuevos. De las diez mayores ciudades de España, el PP controla apenas dos: Málaga y Murcia en Andalucía.
El ascenso de partidos alternativos ha remecido el sistema tradicional bipartidista que dominó a España por décadas, agrega Reuters. También lleva una serie de nuevas caras a las municipalidades, como la ex jueza Manuela Carmena en Madrid, la activista anti-desalojos Ada Colau en Barcelona y el abogado de derechos humanos Pedro Santisteve en Zaragoza.
«El cambio se ha convertido en institución», dijo la portavoz de la plataforma Ahora Madrid, Rita Maestre, tras el nombramiento de Carmena en la capital española, que pone fin a un cuarto de siglo de dominio del PP.
Según AFP, Manuela Carmena, una ex jueza de 71 años, y Ada Colau, una activista antidesahucios de 41, llevan al poder de las principales ciudades españolas el espíritu del movimiento de los «indignados» apoyado por Podemos.
«Muchísimas gracias a la ciudadanía por hacer posible lo imposible», dijo Colau con la voz quebrada, después de aceptar convertirse en la primera alcaldesa de esta turística ciudad mediterránea de 1,6 millones de habitantes, la segunda más poblada del país. Pocas horas antes, la jueza Carmena hacía lo mismo con el apoyo de 29 ediles, 20 de su lista Ahora Madrid y nueve del Partido Socialista, que pusieron fin a 24 años de ayuntamientos conservadores en la capital, dijo la agencia noticiosa francesa.
Los aplausos y los gritos de «sí, se puede», y el lema «indignado» por excelencia, estallaron en el consistorio madrileño, donde estaba rebosante de alegría Pablo Iglesias, el líder de Podemos, que se integró en Ahora Madrid junto al movimiento del 15M y formaciones ecologistas y de izquierda alternativa.
Las primeras medidas de Carmena se dirigirán a los niños pobres, a quienes quiere garantizar dos comidas diarias, y las personas en riesgo de ser desahuciadas.
La exjueza, militante comunista en su juventud y defensora de los derechos humanos, hereda una ciudad de tres millones de habitantes donde escuecen las heridas de seis años de crisis y una tasa de desempleo del 16 por ciento.
Una situación similar ocurre en Barcelona, donde casi un tercio de su población vive en riesgo de exclusión social y existen diferencias abismales entre sus barrios.
Listas con postulados similares dirigirán Valencia, un histórico feudo conservador plagado de escándalos de corrupción, Sevilla y Zaragoza, las otras grandes ciudades españolas después de Madrid y Barcelona.
El Partido Popular perdió diez puntos en los comicios del 24 de mayo y se verá desbancado por coaliciones de izquierdas en varias de las 14 regiones que renovaron sus parlamentos.