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MADRID, marzo 2.— Además de un «no» mayoritario a su investidura como jefe de Gobierno, el líder del Partido Socialista Obrero Español (PSOE), Pedro Sánchez, recibió este miércoles ácidas críticas, especialmente de la izquierda, en un Parlamento transformado por la entrada de los partidos emergentes.
AFP reportó que la primera votación para la investidura dio este miércoles el resultado esperado: 219 votos en contra, 130 a favor y una abstención, en una Cámara muy fragmentada en la que casi dos tercios de los 350 diputados son nuevos, muchos de ellos, jóvenes y algunos con un estilo poco convencional que simboliza su rechazo a la política tradicional.
Las intervenciones previas a la votación abrieron más la brecha, incluso, entre las formaciones tradicionales y emergentes de «una misma mano» (PP y Ciudadanos, derecha, y PSOE y Podemos, izquierda) que utilizaron términos que dejan poca esperanza a la «cicatrización» política.
Sánchez —cuyo partido cuenta con 90 diputados— solo logró el apoyo de los 40 diputados del centroderechista Ciudadanos y la abstención de la diputada del partido regionalista Coalición Canaria, lo que lo dejó muy lejos de la mayoría absoluta de 176 votos exigida para ser investido en la primera votación.
Tras el fracaso, la propuesta se someterá el viernes a un nuevo debate y a una segunda votación.
