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Temer golpista, dice la tela en el escrache popular ante la residencia del Vicepresidente. Autor: Le Nouvel Observateur Publicado: 21/09/2017 | 06:30 pm
BRASILIA, abril 21.— La presidenta brasileña, Dilma Rousseff, viajó este jueves a Nueva York con el propósito de llevar a la Organización de Naciones Unidas (ONU) este viernes su denuncia de que sufre un intento de golpe de Estado.
El viaje de Rousseff coincide con la firma del Acuerdo de París sobre Cambio Climático, en cuyas negociaciones Brasil participó activamente y a cuya firma acudirá la Jefa de Estado, refiere EFE.
La ocasión le servirá para exponer su visión de la crisis en que se encuentra el país y también su propia situación, al estar seriamente amenazada de ser destituida en un juicio parlamentario que ha calificado de golpe de Estado.
EFE aseguró que fuentes cercanas a la Presidencia le dijeron que una de las intenciones de Rousseff es aprovechar el escenario de la ONU y la presencia de decenas de jefes de Estado y de Gobierno para denunciar las intenciones golpistas que se perciben por detrás del proceso que pudiera abreviar su mandato.
Paradójicamente, durante los dos días que permanecerá en Nueva York, su cargo será ocupado en forma interina por el vicepresidente Michel Temer, el primero en la línea de sucesión
en caso de una destitución de Rousseff y a quien Dilma ha acusado como «uno de los jefes de la conspiración».
El destino de Rousseff está en manos del Senado, que el lunes instalará una comisión especial para analizar las acusaciones remitidas por la Cámara de Diputados, sobre maniobras fiscales irregulares. El informe que elaborará esa comisión será votado en el pleno del Senado alrededor del 10 de mayo y si la Cámara alta se inclina por instaurar el juicio político, la Presidenta será separada del cargo durante los 180 días que durará el proceso y su lugar será ocupado por Temer, quien completaría el mandato si se llegase a una destitución.
Un despacho de ANSA reseñó que activistas de izquierda protestaron este jueves frente al domicilio de Temer. «No voy a dejar que haya golpe otra vez», «No voy a dejar que Temer viole la Constitución», corearon unos 40 jóvenes de la agrupación Levante Popular, que se opone al juicio político contra Dilma.
Los manifestantes desplegaron frente a la casa de Temer una lona negra de varios metros de largo con la palabra «Golpista».
