WASHINGTON, agosto 31.— El Departamento de Estado de EE. UU. ordenó la suspensión de las actividades del Consulado de la Federación de Rusia en la ciudad californiana de San Francisco y otras instalaciones en Nueva York y la capital estadounidense como parte de la escalada de tensiones iniciada con sanciones al gigante euroasiático.
Un comunicado del Departamento de Estado afirma que Washington «ha cumplido plenamente con la decisión del Gobierno de la Federación de Rusia de reducir el personal diplomático estadounidense en Rusia» y arguye que «en aras de la paridad invocada por los rusos, exigimos que el Gobierno ruso cierre su Consulado General en San Francisco», así como dos instalaciones anexas en Washington y Nueva York.
Russia Today reportó que según el comunicado, «estos cierres deben llevarse a cabo antes del 2 de septiembre» y cita la explicación del Departamento de Estado: «con esta acción ambos países se quedarán con tres Consulados cada uno».
La decisión —tomada por el presidente de EE. UU., Donald Trump, según dijo a los periodistas la portavoz de la Casa Blanca, Sarah Sanders—, fue discutida telefónicamente por el canciller ruso, Serguei Lavrov, con el secretario de Estado Rex Tillerson.
«Lamentamos la escalada de tensión no iniciada por Rusia», dijo el jefe de la diplomacia moscovita, quien le afirmó a Tillerson que examinarán cuidadosamente las nuevas medidas estadounidenses para preparar la respuesta correspondiente.
En declaraciones a RT, el exanalista de la CIA, Philip Giraldi, señaló que «esta es una desafortunada escalada del ciclo de castigo que se está dirigiendo contra Rusia por parte de la administración Trump».
El especialista agregó: «Esto crea un ciclo interminable de castigo y respuesta de los que no hay salida fácil. No es una señal de que la Casa Blanca de Trump esté tratando de mejorar las relaciones con el Kremlin».