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BUENOS AIRES, octubre 23.— Cuando aún no eran conclusivos los conteos, reportes del diario argentino Página 12 informaban que la coalición gubernamental Cambiemos habría obtenido 12 bancas en el Senado por lo que suma 24 en esa cámara, de un total de 74. Otras 28 quedaron en poder del Partido Justicialista/Frente para la Victoria, bloque al que pertenece Unidad Ciudadana.
En tanto, se esperaba que en la Cámara de Diputados el Gobierno superase el centenar de asientos hasta 107, lo que consolida a Cambiemos como la mayor fuerza en esta instancia, pero sin alcanzar los 127 puestos necesarios para la mayoría absoluta. Los justicialistas y el Frente para la Victoria debían sumar 92, con lo que se convierten en primera fuerza de oposición.
El denominado gran triunfo de Cambiemos se explica porque mejoró su dotación de asientos en ambas cámaras, mejoró la votación de las primarias y ganó los considerados cinco principales distritos del país por tener mayor cantidad de votantes; entre ellos el Gran Buenos Aires, que el oficialista Esteban Bullrich «arrebató» esta vez a la expresidenta Cristina Fernández de Kirchner por cuatro puntos porcentuales.
No obstante, ella logró ubicarse en el Senado pues, como segunda fuerza más votada allí, a Unidad Ciudadana le tocó una banca por esa localidad (dos a Cambiemos).
La exmandataria se consolidó como la dirigente opositora con más votos, señalaron los observadores. Ello la apuntala como probable candidata a las presidenciales de 2019.
Ahora, sin embargo, los resultados de las regionales reforzaron al gubernamental Cambiemos que, señalaron algunos, tiene más posibilidades para proseguir adelante con su programa neoliberal, y dibujaron la necesidad de unión de las fuerzas que se le oponen, tanto en la izquierda como hacia el centro.
La propia Cristina se refirió a ello cuando expresó que «Unidad Ciudadana ha venido para quedarse» y la identificó como «la principal fuerza opositora contra el modelo político y social de ajuste».
Pero aclaró que es preciso «ampliar la base de crecimiento» para generar la alternativa, que debe tener un claro perfil «nacional y popular».
