29
KABUL, febrero 28.— En una sorpresiva iniciativa, el presidente de Afganistán, Ashraf Ghani, ofreció este miércoles al insurgente movimiento islámico del Talibán su reconocimiento como un grupo político legal, sin condiciones previas, para sostener conversaciones destinadas a poner fin a más de 16 años de guerra.
Los talibanes, seguidores de una de las interpretaciones ultraconservadoras del Islam en el sur de Afganistán, pasaron a controlar la mayoría del país centroasiático en 1996, donde impusieron un régimen de gobierno según su visión política y religiosa, con separación radical de sexos en público y severas restricciones a las mujeres, entre muchas otras.
En sus más recientes comunicados, los talibanes se autodefinen como el «Emirato Islámico de Afganistán» y los medios occidentales los califican de facción político-militar fundamentalista islámica sunní empeñada en una guerra santa (o yihad) contra los ocupantes extranjeros y sus representantes dentro del país.
El presidente de Afganistán, Ashraf Ghani, hizo su oferta de reconocimiento legal del Talibán para hablar de paz al comienzo de una conferencia internacional que comenzó en la capital afgana este miércoles, destinada a crear una plataforma para las conversaciones de paz, reportó la agencia Reuters.
La iniciativa se suma a una serie de señales tanto del Gobierno, respaldado por Estados Unidos y sus aliados de la OTAN, como de los talibanes, que la víspera reiteraron un llamado a Washington para entablar un diálogo directo de paz.
«Estamos haciendo esta oferta sin condiciones previas para llegar a un acuerdo de paz», dijo Ghani en un discurso de apertura a la conferencia, a la que asistieron funcionarios de alrededor de 25 países involucrados en el llamado Proceso de Kabul.
Ghani propuso un cese del fuego y la liberación de prisioneros como parte de una serie de opciones que incluyen nuevas elecciones, involucrando a los militantes, y una revisión constitucional como parte de un pacto con los talibanes para terminar un conflicto que el año pasado mató o hirió a más de 10 000 civiles afganos, añadió el informe de la agencia británica.
La propuesta, recordó Reuters, solo un mes después de un ataque suicida en Kabul que mató a unas cien personas, representó un cambio radical de tono para Ghani, quien regularmente ha llamado a los talibanes «terroristas» y «rebeldes», aunque también ha ofrecido hablar con partes del movimiento, que aceptó la paz.
La misión de las Naciones Unidas en Afganistán acogió con satisfacción el ofrecimiento y dijo que «apoya firmemente la visión de la paz a través del diálogo dentro del Afganistán».
Los talibanes han ofrecido conversaciones con Estados Unidos, pero hasta ahora han rechazado las conversaciones directas con el gobierno de Kabul.
-
Sin embargo, Reuters sugirió que la iniciativa de Ghani puede estar vinculada al reciente lanzamiento de la última etapa para la construcción de un importante gasoducto regional de Turkmenistán.
Ghani dijo que se estaba construyendo un impulso por la paz en los países vecinos que veían cada vez más la necesidad de un Afganistán estable.
«Los talibanes muestran conciencia de estos cambios contextuales y parecen estar involucrados en un debate sobre las implicaciones de los actos de violencia para su futuro», dijo.
Ghani dijo que se debe crear un marco para las negociaciones de paz con los talibanes reconocidos como un grupo legítimo, con su propia oficina política para manejar las negociaciones en Kabul u otro lugar acordado.
También afirmó que el proceso iría acompañado de un apoyo diplomático coordinado que incluye un esfuerzo global para persuadir al vecino Pakistán, que Kabul ha acusado regularmente de ayudar a los talibanes, de las ventajas de un Afganistán estable.
A cambio de la oferta de Ghani, los talibanes deberían reconocer al Gobierno afgano y respetar el estado de derecho, incluidos los derechos de las mujeres, una de las prioridades para los socios internacionales de Afganistán.
Además, los presos talibanes podrían ser liberados y sus nombres eliminados de las listas negras internacionales, mientras que se podrían hacer arreglos de seguridad para que los talibanes acepten unirse a un proceso de reconciliación. Los antiguos combatientes y refugiados podrían ser reintegrados y puestos a su disposición.
El año pasado, recordó Reuters, Estados Unidos intensificaron su asistencia militar a Afganistán, especialmente a través de un fuerte aumento de los ataques aéreos, con el objetivo de romper el estancamiento con los insurgentes y forzarlos a la mesa de negociaciones.
Mientras que el ejército de los EE. UU. dice que la estrategia ha golpeado duramente a los talibanes, una encuesta reciente de la BBC mostró que todavía controlan o disputan más del 70 por ciento del país y continúan infringiendo graves bajas a las fuerzas afganas.
