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Irma Dioli y Marco Papacci, presidenta y vicepresidente de la Asociación Nacional de Amistad Italia-Cuba. Autor: Marylín Luis Grillo Publicado: 08/09/2018 | 10:05 pm
«La solidaridad no se bloquea. Ese es un buen mensaje ¿verdad?», comenta Irma Dioli casi al final de nuestro encuentro en uno de los salones del Instituto Cubano de Amistad con los Pueblos (ICAP).
Sonriente, Dioli, presidenta de la Asociación Nacional de Amistad Italia-Cuba (Anaic), transmite su ideal junto al vicepresidente de la organización, Marco Papacci. Ambos llevan unas dos semanas de intensa visita en la Isla.
«Son casi 60 años los que venimos trabajando en el tema de la amistad y la solidaridad con Cuba», dialoga Dioli al hablar de la Asociación, que se fundó en 1961 en respaldo a la Revolución Cubana, tras la fallida invasión de Estados Unidos por Playa Girón.
El núcleo fundacional es de Milán (y Génova) y allí se encuentra su sede, desde donde se coordinan las actividades de los 60 círculos que lo integran y sus 3 500 miembros, aproximadamente.
Milán es además la tierra natal de Dioli, miembro de la Asociación desde 1981. Fue electa presidenta en el último congreso, en marzo, y es la primera mujer en ocupar el cargo. «Para mí es un compromiso mayor, porque tengo también esa responsabilidad».
Papacci, en cambio, es de Roma y nunca ha parado en sus múltiples actividades a favor de este archipiélago del Caribe. Para ellos es «el país que tanto amamos».
Una mirada fresca a Cuba
Tras nuestra elección, decidimos realizar este viaje, para actualizarnos sobre la política de Cuba, su proceso revolucionario, y para ver cómo hoy su pueblo e instituciones asumen este proceso hacia un socialismo más próspero y sostenible, informó la Presidenta.
Ninguno ha tenido ni un minuto de descanso en La Habana y celebraron encuentros con asociaciones, instituciones políticas, sociales, culturales y deportivas. «Hemos hecho de todo», resume finalmente, y agrega como fundamentales el encuentro con miembros del Departamento de Relaciones Internacionales del Comité Central del Partido Comunista de Cuba y la visita al Centro de Estudios de la Unión de Jóvenes Comunistas.
Este último casi seguro se volverá una parada imprescindible en el viaje a la Mayor de las Antillas que prepara la Asociación italiana, del 29 de diciembre al 12 de enero, por el 60 aniversario del triunfo de la Revolución. Una ocasión para no perderse, un evento para recordar, promocionan en la campaña.
Pero, centrados en el presente, ambos dirigentes aseguran que con la actual visita y el amplio programa de conjunto con el ICAP, hemos fortalecido las asociaciones con las instituciones cubanas de todo tipo.
Aprovecho para felicitar al pueblo y al Gobierno de Cuba —dijo Dioli— por el ejercicio del proyecto de la Constitución. La consulta popular que todos los días se hace en cada lugar, en cada nivel de la sociedad, para nosotros es un ejemplo de una democracia directa, verdadera.
«En esta visita, ratifico nuestro apoyo a la Revolución Cubana, a su pueblo y a su nuevo presidente Miguel Díaz-Canel», refirió.
Igualmente, participaron el pasado día 4 en la jornada Tenemos Memoria, y en especial en un homenaje a Fabio di Celmo y su padre, para condenar los actos terroristas contra Cuba y exigir justicia por las víctimas contra el terrorismo, «que son demasiadas», indicó Papacci.
En tanto, Dioli recalcó: «para nosotros es importante que Cuba, el pueblo cubano y el Gobierno sepan que también condenamos la política agresiva del actual presidente de Estados Unidos, Donald Trump, y el financiamiento de los contrarrevolucionarios».
La Anaic, uno de los tantos movimientos progresistas y antifascistas del territorio itálico, busca promover la amistad y solidaridad entre los pueblos italiano y cubano a través de un conocimiento mutuo cada vez más profundo. Sus principales objetivos son las campañas contra el ilegal bloqueo económico, comercial y financiero impuesto por EE. UU. y por la devolución del territorio cubano ocupado por la Base Naval en Guantánamo.
De Italia a toda Europa
A 57 años de creada, la asociación de amistad no deja de plantearse metas. Buscamos ampliar una red de solidaridad a nivel nacional, la pensamos extender en cuanto regresemos, explicó la Presidenta.
Además, establecemos contactos con otras organizaciones de solidaridad con Cuba en el continente. Según adelantaron, en noviembre próximo se celebrará en Eslovenia el encuentro europeo de apoyo a la Isla y la Anaic llevará la idea de promover una campaña continental contra el bloqueo que incluya al Parlamento Europeo como institución.
La cuestión es sensibilizar, hacer visible el tema del bloqueo, las afectaciones no solo en lo económico, sino en la vida de la población, detalló Dioli, y como estamos cercanos a la fecha de la próxima votación en Naciones Unidas, nos gustaría hacer un encuentro con los eurodiputados. Nos aprovechamos de la apertura sobre el tema del bloqueo para ver si se pueden comprometer más, sobre todo en vista de la nueva elección del Europarlamento.
No sabemos cómo podrán salir esas elecciones —continuó—, porque la derecha está avanzando mucho en Europa y la izquierda pierde su consenso con la gente y a veces temas como este quedan un poco más de lado, porque hablan más sobre racismo, xenofobia, inmigración.
Pero nosotros queremos mantener fuerte nuestro tema, la secunda su Vicepresidente, porque no sabemos qué puede pasar con las nuevas elecciones europeas. Esta nueva ola de derecha puede ganar. Ojalá no, pero de todas formas lo estamos defendiendo, aunque estemos en minoría, buscaremos mantenernos en el apoyo total con Cuba y no regresar al pasado.
Para ambos es una cuestión de amor, y agrega Papacci: «La izquierda fracturada, atomizada, dividida… el tema que nos pudiera unir sería el tema Cuba, porque todo el mundo quiere a Cuba».
