Reitera Rusia rechazo a intervención militar contra Venezuela

Helsinki, mayo 6.— El titular del Exterior de Rusia, Serguei Lavrov, dio cuenta de la mantenida oposición de su país a una intervención militar de Estados Unidos en Venezuela, luego de una conversación con el secretario de Estado de EE. UU., Mike Pompeo, que el primero calificó de «buena y constructiva», según Russia Today.

Sin embargo, el encuentro, efectuado en el marco de un foro internacional en Rovaniemi, Finlandia, no ocultó las posiciones diametralmente opuestas en torno a Venezuela.

«Entre mis contactos con colegas estadounidenses, europeos y latinoamericanos no veo a partidarios de una solución militar imprudente», dijo Lavrov a la prensa luego de las pláticas, y dio a conocer la esperanza de que esta comprensión «se convierta en una política práctica, y que no haya una solución militar, porque esta sería catastrófica».

El Ministro ruso del Exterior recordó que Moscú se opone categóricamente a cualquier acción militar, en cualquier lugar, que infrinja el Derecho Internacional.

«El uso de la fuerza solo puede ser autorizado por el Consejo de Seguridad de la ONU, o puede aplicarse en respuesta a una agresión contra un Estado soberano. Nada de eso, ninguna de esas opciones, se observa en Venezuela», precisó.

Las declaraciones del Canciller ruso resultan muy precisas luego de difundirse la víspera aseveraciones del propio Pompeo que sugirieron la posibilidad de que Washington acuda a la intervención militar contra Venezuela, no ya sin el consentimiento del Consejo de Seguridad, sino del propio Congreso de EE. UU., lo cual significaría una violación a las leyes del país.

Según el sitio web Antiwar, Pompeo se negó a comentar sobre el asunto al hablar con ABC, pero dijo que confiaba en que el presidente (Donald Trump) tenga la autoridad suficiente para que todo lo que decida sea legal.

Esta es una cuestión seriamente constitucional, apostilló Antiwar. Los legisladores señalan que el poder de declarar la guerra reside exclusivamente en el Congreso.

Según esta fuente y otras radicadas en Estados Unidos, la administración Trump parece dividida en relación con esa eventual medida, pues el mandatario podría enfrentarla con más cautela.

Un día antes de su encuentro con Pompeo, el Canciller ruso se había reunido en Moscú con su homólogo venezolano, Jorge Arreaza, e instó «a los estadounidenses y a todos aquellos que los apoyan a abandonar sus planes irresponsables y a actuar exclusivamente en el marco del Derecho Internacional».

Por su parte, Arreaza llamó a la comunidad internacional a proseguir las mesas de diálogo «no solo para proteger a Venezuela, sino a cualquier nación que enfrenta sanciones de poder».

Destacó el Canciller que el Gobierno de Nicolás Maduro continúa llamando al diálogo tanto a EE. UU. como a la oposición venezolana.

«La comunidad internacional debe proteger el diálogo y la política exterior debe ser en base a la diplomacia», señaló, además de agradecer los buenos oficios de Rusia contra la opción militar.

En entendible sentido contrario se ha manifestado el usurpador fallido Juan Guaidó quien, según Antiwar, ha confirmado que está considerando pedirle la intervención a Estados Unidos, como una de las variantes en carpeta.

Analistas estiman que el fracaso del reciente capítulo golpista —con el desgaste que ha representado para la figura de Guaidó—, y la imposibilidad de Washington de penetrar y dividir a la Fuerza Armada Nacional Bolivariana, son condiciones que, dada la prepotencia de EE. UU., empujan a algunos de sus halcones al uso de la fuerza militar para revertir la Revolución Bolivariana mediante el derrocamiento de Maduro.

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