Juventud Rebelde - Diario de la Juventud Cubana

Las PASO en Argentina: a solo un paso

La posibilidad de que la nación conosureña abandone la senda neoliberal se ve ahí, al doblar de la esquina…

Autor:

Marina Menéndez Quintero

Contundente y aplastante son algunos de los calificativos usados por los analistas argentinos para ilustrar lo que ha ocurrido en su país: una derrota electoral tan apabullante sobre el Gobierno de Mauricio Macri en las primarias, que ha sido entendido como preámbulo de la victoria en octubre para el Frente de Todos.
Ciertamente, la oposición al neoliberalismo, barrió.

Vale una breve introducción para quienes no están enteramente al tanto. Las denominadas elecciones Primarias, Abiertas, Simultáneas y Obligatorias (PASO) tienen el propósito de que la ciudadanía (así es en este caso) ratifique a los candidatos del partido por el cual votarán en las presidenciales. Ello también permite que las autoridades electorales definan qué candidaturas no tienen suficientes adeptos como para ir en la boleta.

Por eso, las PASO de Argentina constituyen también un balón de ensayo para calibrar cómo van las cosas. Y el voto de la población habló tan alto y tan claro, que muchos consideran que Macri tendría que adoptar desde ya cambios a su leonina política neoliberal; aunque se dé por hecho que Cambiemos se va en diciembre, fecha del cambio de gobierno.

Con Alberto y Cristina Fernández como candidatos a la presidencia y la vicepresidencia, el Frente de amplia base peronista que abrió las puertas a todos los antineoliberales y a todos los espoliados por la ejecutoria macrista, fue votado por el 49,2 por ciento de quienes concurrieron, lo que significó 15 puntos porcentuales más de los que recibió la dupla del oficialista Cambiemos, conformada por el propio Macri y Miguel Ángel Pichetto, un peronista arrepentido que no logró persuadir al amplio bloque opositor visibilizado en las PASO.

Pero no se trata solo de los aspirantes presidenciales. El Frente de Todos también superó con creces a Cambiemos en las primarias para renovar la mitad de los diputados (46,8-34,4 por ciento); para senadores (se votó en ocho jurisdicciones, 41,4-32,8); gobernadores (Buenos Aires, Catamarca, Santa Cruz, y la Ciudad de Buenos Aires 49,8-37,2); diputadores provinciales (45,1-40) y senadores provinciales (55,9-30,7) e intendentes y concejales (52,3-33,2).

Ello hace aún más fuerte el mensaje emitido por el pueblo argentino contra el actual modelo que, como hemos visto, rebasa el repudio al Presidente. No se quiere tampoco a los políticos de la derecha neoliberal en el Parlamento ni en las regiones. Otras lecturas emergen. La primera de todas, la manera unitaria en que el electorado antiMacri se decantó por la fórmula FF, siguiendo el llamado de esta y la apertura de brazos a los amplios espectros, como lo expresa el propio nombre de la ampliada agrupación política; un convite reiterado por Alberto Fernández en acto multitudinario luego de saberse los resultados, junto con el compromiso de gobernar para quienes lo votaron, y los que no.

La actitud popular fue catapultada por un buen ejemplo: el mismo espíritu unitario de los líderes del Frente jalonados por Cristina, que invitó a Alberto a aspirar a la presidencia y, de camino, inhibió la posibilidad de un reiterado discurso oficialista contra ella. La posterior adhesión del también peronista Sergio Masa, quien se iba a postular de modo independiente, fue otro punto a favor.

Fernández de Kirchner, recibida con vítores en el aeropuerto capitalino a su vuelta de Santa Cruz, donde debió votar, ha demostrado su arraigo pese a las campañas desestabilizadoras de la derecha en el poder, y las socorridas tramas judiciales que agreden a los líderes de izquierda. Ha tenido entereza, y luz larga para ver.

El ejercicio electoral del domingo muestra, además, un panorama electoral polarizado para las presidenciales del 27 de octubre, aunque se llegará con la gran distancia ostensible ahora entre Cambiemos y el Frente, salvo que un impensado cataclismo lo variara todo. Digo impensado porque el de la mayoría del electorado argentino parece un voto con convicción, y no sujeto a circunstancias. Y el voto de castigo a Macri, nadie se lo quita. Hasta ahora, el Frente de Todos lo capitaliza.

Otras cuatro duplas aspirantes lograron el domingo más del 1,5 por ciento exigido en las PASO y contendrán, pero sin posibilidades, pues ninguno tiene hasta hoy más del nueve por ciento de las intenciones de voto. Son ellas las que conforman Roberto Lavagna–Juan Manuel Urtubey (Consenso Federal); Nicolás del Caño–Romina del Plá (Frente de Izquierda y de los Trabajadores en Unidad); Juan José Gómez Centurión–Cynthia Hotton (Frente Nos), y José Luis Espert–Luis Rosales (Frente Unite por la Libertad y La Dignidad). Solo un paso faltaría para que se concrete el nuevo viraje en Argentina.

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