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El presidente de Kirguistán, Sooronbai Dzheenbekov, renunció este jueves, en medio de una crisis de poder. Foto AP Autor: AFP Publicado: 16/10/2020 | 01:54 am
BISHKEK, octubre 15.— La crisis de poder en Kirguistán —inmersa desde las anuladas elecciones parlamentarias del 4 de octubre anterior en una incesante lucha de grupos políticos— dio este jueves un giro casi definitivo con la renuncia del presidente Sooronbai Dzheenbekov.
Ahora, solo queda ver si el principal promotor y beneficiario de su derrota, el primer ministro Sadyr Dzhaparov —liberado de la cárcel al día siguiente de comenzar los disturbios en Bishke, cumplía una condena desde 2013 por incitar al desorden en una provincia kirguisa y secuestrar a su gobernador— logra consolidarse como nuevo gobernante de esta república centroasiática, pieza clave en la geopolítica de Asia central.
«Para mí nada hay más importante que la paz en Kirguistán, que la integridad territorial del país, que la unidad de nuestro pueblo y la tranquilidad en la sociedad. Aprecio sobre todo la vida de cada kirguís. No me aferro al poder y tampoco quiero pasar a la historia como presidente que ordenó abrir fuego y masacrar a sus compatriotas. Por ello, decidí renunciar», afirmó Dzheenbekov en un escueto comunicado difundido por su servicio de prensa.
Apenas el miércoles pasado, una vez que no tuvo más remedio que ratificar por segunda ocasión a Dzhaparov como primer ministro —tras un fallido intento de cuestionar si hubo quórum en el Parlamento durante su designación inicial—, el entonces todavía presidente se negó a dimitir hasta que se celebraran nuevas elecciones parlamentarias.
Por la mañana, cuando una multitud de seguidores del Primer Ministro rodeó la residencia del Presidente y quedó claro que las nuevas cúpulas de las fuerzas armadas, la policía y la seguridad del Estado se pusieron de lado de Dzhaparov, Dzheenbekov optó por renunciar antes de ser destituido.
De acuerdo con la Constitución kirguisa, Kanat Isayev —nombrado apenas el 13 de octubre por los legisladores como nuevo líder del Parlamento– a partir de este jueves asume de modo interino las funciones de jefe de Estado hasta que se celebren comicios presidenciales.
El mandatario dimitente llamó al nuevo primer ministro Sadir Zhaparov y a otros dirigentes alejar a sus partidarios de esta capital y volver a la vida pacífica. Ningún poder político está por encima de la integridad del estado y el consenso de la sociedad, consideró en una alocución pública, reporto PL.
Con anterioridad, Zhaparov demandó la renuncia del jefe de Estado saliente, el único alto funcionario que se mantenía en su cargo, después de la dimisión del presidente del Parlamento, del primer ministro y del alcalde capitalino, bajo presión de violentas protestas en esta urbe.
El Parlamento, donde sesiona la legislatura anterior a los comicios del pasado día 4, logró el quórum necesario de 61 de 120 diputados para aprobar la candidatura de Zhaparov como nuevo jefe de Gobierno, luego de dos intentos fallidos de votación.
Tras los comicios parlamentarios, solo cuatro de 16 partidos participantes lograron sobrepasar el límite mínimo del siete por ciento requerido para ingresar al legislativo. Las otras 12 agrupaciones políticas convocaron protestas en esta urbe y en otras ciudades del país.
En esos disturbios, con saldo de casi mil heridos y al menos un muerto, fue incendiada parcialmente la sede del Parlamento, mientras que grupos violentos bloquearon oficinas de empresas como la de producción de carbón, encargada del suministro energético en Biskek.
Desde el pasado martes se impuso en esta capital un toque de queda desde las 22:00 hasta las 05:00, hora local. Además, varias personas sospechosas de organizar protestas violentas fueron detenidas.
Las protestas masivas obligaron a cancelar resultados de las elecciones. Foto: Getty Images
