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Brasil se convirtió en marzo en el epicentro mundial de la pandemia del SARS-Cov-2 al registrar unos 3 000 muertos diarios por la COVID-19 en promedio. En las últimas 24 horas se registraron 3 769 decesos y 91 097 nuevos contagios por el coronavirus, pero otras cifras hacen más dolorosa aun esta tragedia cuando se conoce la mortalidad infantil.
El portal de estadística oficial que agrupa todos los fallecimientos en el gigante suramericano indicó en un informe que durante 2020, un total de 11 996 bebés de hasta un año de edad fueron internados por contagio de coronavirus, de los cuales 899 perdieron la vida.
Asimismo, 124 mujeres embarazadas fallecieron por la COVID-19 el año pasado.
La alta tasa de mortalidad infantil ocurrió, entre otros factores, por la falta de atención prenatal y la alta incidencia de bebés prematuros, en el marco de la pandemia de coronavirus, señaló el diario O Estado de Sao Paulo.
Por su parte, el corresponsal de teleSUR, André Vieira, informó en su cuenta de Twitter que otra investigación de la Sociedad Brasileña de Pediatría «muestra que, en números absolutos, 1 203 niños y adolescentes fallecieron por la COVID-19 en Brasil el 2020».
«Desde el inicio del año hasta inicio de marzo, otros 121 perdieron la vida por la enfermedad», mencionó el periodista.
Este viernes 2 de abril, Brasil acumulaba 12 839 844 casos confirmados de la COVID-19 con un total de 325 284 decesos.
Con estas cifras, es el segundo país en el mundo más afectado por el coronavirus detrás de Estados Unidos, debido a la inacción del Gobierno del presidente Jair Bolsonaro, quien se opone a decretar medidas de restricción social y califico a la letal enfermedad de «gripecita».
Según TeleSur, el Centro de Contingencia de Coronavirus en Sao Paulo informó que investiga una nueva variante del SARS-CoV2, que presenta semejanzas a la detectada en Sudáfrica, aunque no descartan que pueda derivarse de la mutación local P-1.
Agrega que en 12 días al menos 232 personas murieron esperando por una cama de terapia intensiva en el Estado de Sao Paulo, el más rico de Brasil.
Brasil reportó un profundo colapso hospitalario durante esta última semana en Brasilia y otros 17 estados donde la ocupación de camas de terapia intensiva para pacientes enfermos de COVID-19 supera el 90 por ciento, según la Fundación Oswaldo Cruz (Fiocruz), vinculada al Ministerio de Salud.
Hace dos semanas había 15 estados que son los más poblados con sus hospitales colapsados y según los informes oficiales, actualmente la situación empeoró.
Fiocruz es el principal laboratorio público de Brasil que actualmente está produciendo la vacuna anglo-sueca AstraZeneca-Oxford y recientemente advirtió de la existencia de «dificultad de ampliar nuevas camas de UTI para atender al acentuado crecimiento de la demanda».
En el informe, añadió que hay otro elemento muy preocupante: el riesgo de desabastecimientos de insumos y equipos médicos hospitalarios que se necesitan para intubaciones, sin contar también que miles de pacientes han fallecido en la espera de una cama.
