Las fotos de una buena suegra; la primera recogida de café de Gilda; las amarillas tiradas fundacionales de Juventud Rebelde; el asombro de Katherin, los dos regalos de jueves de Mignelys; el tractorcito que el papá de Cañón le entregó, aún sin saber que estaría destinado a las carreteras; los pedazos de sabiduría que disgrega Walkiria, y su pomo con tierra y cariño del Turquino.
La preocupación constante de José por la familia; el juego de tazas que le obsequiaron a Nancy hace cuánto, por el primer Beso de la Patria; el anillo de graduada de la Lenin del que Rosy no se desprende; la libreta de teléfonos de Yeney, porque así tiene todos sus amigos a mano; la cajita con olor a Etiopía que transportó desde allá la abuela de David; El Principito que atesora aquella muchacha de Batabanó.
La piedra que Sandy trajo de El Cobre y compartió con un hermano; la muñeca «terrorista» de Zori y las blusas de la Secundaria de Carmen Leisa, firmadas por su grupo; la bombita para el asma de Yuniesky; los zapatos que el hermano de René recortó para que le cupieran los pies; los libros viejos, la olla llena de tizne y la mochila rota de Oscar; los recuerdos, los mejores recuerdos de cada quien, que no se pierden, ni se rompen, ni se destiñen...
¿Quién duda de que todas estas cosas son absolutamente imprescindibles?
Concurso historias con canciónLos primeros textos para el concurso que lanzamos el jueves último ya tocaron las puertas de JR. Asombran.
Repetimos la invitación a que cada lector escriba en no más de una cuartilla alguna ocurrencia de su vida relacionada con las canciones.
Los trabajos pueden entregarse personalmente en el Centro de Información del periódico o enviarse a su correo postal; también puede usarse la vía electrónica: historiasconcancion@ jrebelde.cip.cu. El jurado, que aceptará envíos hasta el 10 de diciembre, distinguirá creatividad y hermosura. Y el premio serán discos de destacados autores cubanos producidos por la EGREM.
Destellos en CamagüeyY una buena nueva nos envía la amiga Yodelkis, alias yodelkis.fajardo@cubava.cu: «Formo parte de un grupo que aún no tiene nombre, ni fecha exacta para reunirse, ni cifra fija de miembros, pero que cada mes celebra junto a ustedes diferentes temas con el objetivo de sentirnos mejores seres humanos.
«El pasado septiembre sufrimos la cruzada de Ike y realizamos nuestro encuentro en un centro de evacuación. Hubo quien tomaba temperaturas mientras otros repartían leche a los niños; los más fuertes cargaban literas y colchones. Al final del día, sentados debajo de la luna, llegaron la poesía y la canción. Compartir fue la palabra principal (...) Esta es la sencilla manera en la que aquí también hacemos nuestra tertulia».
SemillaLas pequeñas oportunidades son a menudo el inicio de las grandes empresas. Demóstenes
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