En la edición del pasado 23 de diciembre, publicamos una propuesta de nuevos identificadores para cada equipo durante la Serie Nacional. Ellos llegaron hasta nosotros por cortesía de un lector, quien los recibió de otro aficionado.
Imagino que aquel también los tomó de un tercero. Sin embargo, aunque preguntamos bastante, nadie pudo decirnos con certeza de dónde habían salido.
Pero unos días después nos escribió Raúl Vázquez, graduado de Diseño Industrial en el Instituto Superior de Diseño en el año 1995, quien es el autor de los diseños. Por suerte, tocando y tocando, se abren algunas puertas.
Por demás, Raúl Vázquez fue quien diseñó el traje que lució nuestro equipo nacional en el Primer Clásico Mundial de Béisbol. ¿Lo recuerdan?
Pues bien, Raúl aclara que en ese entonces era parte del grupo de trabajadores de la Industria Deportiva y se le solicitó una propuesta de nuevos diseños para los uniformes de la Serie Nacional. De allí surgieron esos identificadores que publicamos en el periódico.
Raúl se indignó un poco porque los calificamos como «bocetos», cuando en realidad son soluciones de diseño. Nos disculpamos con él, porque lo hicimos sin ninguna intención crítica.
Es que fuera del ámbito académico, boceto se utiliza indistintamente como sinónimo de diseño. Ha sido un «accidente» gramatical.
En fin, a continuación reproduciremos algunos fragmentos del mensaje de Raúl Vázquez, para centrarnos en el debate que nos ocupa.
«Coincido plenamente con usted en que nuestro principal evento, y espectáculo, necesita un cambio de imagen. Por el ya lejano año 2006 elaboré toda una conceptualización al respecto que expuse a la Industria Deportiva.
«Cuatro años después, mientras la televisión va dando saltos hasta llegar a una propuesta gráfica para la serie 50 muy coherente, contemporánea y armónica, el evento se queda un siglo atrás con uniformes que, si en un momento lograron “meter en cintura” la imagen de cada provincia, todavía mantienen errores crasos de diseño.
«El cartelito de “CAMPEÓN” casi ni alude al ganador de la anterior campaña y esta vez el número 50 de la manga parece flotar para que cada cual interprete lo que quiera. Por suerte, quienes vemos pelota en Cuba sabemos de qué se trata, pero nadie de afuera lo entiende sin otra referencia gráfica.
«El buen diseño puede lograrse con los mismos recursos que hoy se malemplean, o a veces menos».
Como usted ve, se trata de un tema apasionante. Siento que nuestra pelota aún debe mejorar mucho como espectáculo y para ello deben cuidarse todos los detalles.
Lo importante es continuar el debate y seguir aportando ideas. Tanto va el cántaro a la fuente, hasta que se rompe, ¿no?
