Juventud Rebelde - Diario de la Juventud Cubana

¿Gobernadores o elefantes en cristalerías?

Autor:

Lázaro Fariñas

En época de Navidad se gastan en Miami millones y millones de dólares en la compra de productos procedentes de España. Todo tipo de turrones, avellanas, nueces, jamones, vinos, etc., se venden en esta ciudad en increíbles cantidades. Los comerciantes españoles hacen su zafra en ese período en los supermercados locales.

En realidad, España tiene en la Florida un mercado seguro y próspero durante todo el año, pero es en la época de Nochebuena y Fin de Año cuando ese comercio llega a su clímax. La enorme cantidad de latinoamericanos que residen a lo largo y ancho del estado, especialmente en el sur de la península, es una de las principales razones para que el comercio entre España y la Florida sea de gran beneficio para la llamada Madre Patria. Muchas de las costumbres culinarias que nos legaron en la época colonial han sido trasladadas a esta parte de la geografía norteamericana por los que aquí emigramos de nuestros países.

En Miami hay muchísimos restaurantes de comida española, además de lugares donde se pueden comer tapas y degustar vinos procedentes directamente de España. Chorizos, jamón serrano, pata negra y queso manchego son traídos desde la península ibérica para ser consumidos en esta otra península. También hay muchos españoles invirtiendo en diferentes renglones de la economía local. Capital español se encuentra invertido en la Banca, en el turismo y hasta en la construcción de edificios de propiedad horizontal. En definitiva, España se encuentra presente en estas tierras que un día les pertenecieron.

Los políticos del estado, así como las autoridades españolas, están conscientes del inmenso trasiego, tanto de capital como de productos, que existe entre ambos puntos. Es por eso que también se produce un enorme trasiego de hombres de negocios, políticos, funcionarios y delegaciones de un lado a otro del océano Atlántico. De vez en cuando, además, los españoles exhiben sus productos en ferias comerciales de la ciudad.

Claro, las delegaciones de españoles que nos visitan vienen mucho más preparadas que las delegaciones que van de aquí para allá. Los españoles son más educados, sofisticados y cultos que los «socotrocos» que de aquí se envían. No solo «socotrocos», sino también ignorantes de las reglas y de los conocimientos.

Por ejemplo, el ex gobernador del estado, Jeff Bush, presidió una delegación a Madrid, y al dirigirse al presidente del Gobierno de España —por aquel tiempo el petimetre de Aznar—, lo nombró, de un plumazo, «presidente» de la «república» de España. Es decir, que el ignorante Gobernador no sabía que la república española desapareció con la guerra civil de los años 30. Bueno, la verdad que no se le podía pedir menos ignorancia a Jeff, teniendo como hermano mayor a W. Bush, ignorante mayor.

Hace unos días, el actual Gobernador —Rick Scott— estuvo en Madrid presidiendo una delegación floridana. El hombre fue recibido por el rey Juan Carlos en un acto protocolar y antes de darle la mano al Rey, entró diciéndole —casi vociferando— que él había montado en un elefante, pero que nunca le había disparado a ninguno.

Así, a voz en cuello y delante de las cámaras de televisión, el Gobernador puso en ridículo a Su Majestad. Por Dios, no puedo creer que nadie en su séquito no le hubiera informado de antemano el escándalo que había ocurrido en España por una cacería real en África. Según cuentan los cables, el hombre no solo sacó el episodio del elefante sino que siguió hablándole de los paquidermos al Jefe de Estado de España durante muchísimo más tiempo.

Ahora, el Nuevo Herald de Miami publicó un reportaje que nos trae el recuerdo de otros vergonzosos episodios que han ocurrido entre el Rey y los funcionarios locales y estatales. Por ejemplo, el anterior gobernador, Charlie Crist, le dio una cena al Rey en un lujoso hotel de la ciudad y terminada la cena, se levantó y se fue junto con su esposa dejando a su invitado sentado solo en la mesa. También en ese viaje, cuando Su Majestad llegó al aeropuerto de Miami, tuvieron que salir a la carrera y a última hora dos comisionados a recibirlo, pues no había ningún funcionario local y estatal para darle la bienvenida junto a la escalerilla del avión.

Así es que los últimos tres gobernadores del estado de la Florida han cometido errores garrafales en sus relaciones con el Rey y el presidente del Gobierno de España. Si esto ha sido en público, habría que preguntarse cuántas y de qué inmensidad habrán sido las que han cometido en privado. Nada, que se puede decir que la chabacanería, la mediocridad y la ignorancia son el patrón principal de estos funcionarios, quienes son bichos para ganar elecciones, pero torpes e ignorantes cuando de buenos modales y protocolo se trata. Son como elefantes dentro de una cristalería.

*Periodista cubano radicado en Miami

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