El 18 de junio de 1940, el general francés Charles de Gaulle, que se había desgañitado intentando convencer a su Gobierno de mecanizar al ejército para enfrentar la creciente amenaza alemana, estaba en Londres, adonde había llegado más solo que la una. Esa noche, desde la BBC, lanzó una alocución para llamar a sus compatriotas a resistir a los ocupantes del suelo de Francia. Según historiadores, solo tres gatos —tal vez cuatro— pudieron escucharlo, pues en vastas zonas no había electricidad…
No importa cuánto tiempo pase. Las huellas de la guerra se resisten a desaparecer. Por la brutalidad con que Washington lanzó sobre la selva sur vietnamita casi 76 millones de litros del Agente Naranja y otros herbicidas, todavía hoy mueren o nacen deformes muchos seres humanos.
¡Dividir a Sudán! El viejo sueño norteamericano sigue en pie, y para ello están disponibles las arcas de Washington. Mucho, mucho money —nunca falta para las guerras y la desestabilización— corre por la canalita para invertir en la fragmentación de uno de los más extensos y ricos Estados africanos, y en la construcción de un nuevo satélite proestadounidense en la región.
La violencia se ceba desde hace más de una semana en Kirguistán. Unos 2 000 muertos, un millón de afectados y 400 000 refugiados y desplazados, son algunos de los últimos datos. La mayoría kirguisa y la minoría uzbeka se enfrentan entre sí, se exigen responsabilidades por casas y comercios quemados, familias deshechas… Es impreciso determinar cómo comenzó el caos. Detrás, la desolación, la muerte, la huida, el miedo.
Eran 30 niños en el cumpleaños de su amiga. Alumnos de sexto grado, tendrían entre 11 y 12 años de edad. Fascinaba la alegría desbordante del grupo, el candor, la espontaneidad y una estampa frágil que podría enternecer al adulto más endurecido.
Una fábula célebre cuenta cómo un día un becerro tuvo que atravesar un bosque virgen para volver a su pastura. Animal irracional al fin, abrió un sendero tortuoso, lleno de curvas, subiendo y bajando colinas.
Uno no valora el tiempo hasta darse cuenta que no queda mucho, pensé al ver el acelerado ritmo que imponen equipos participantes en la Copa Mundial de Fútbol Sudáfrica 2010, especialmente cuando falta muy poco para el pitazo final y están a punto de perder el partido.
Hablábamos el viernes pasado de las apariencias, pero nuestra conversación dejó atrás el tema en la primera curva, como urgida por una emergencia. Ahora podemos retomarlo. Y decir que quien guarda las apariencias sin que procedan de las esencias, obra de modo que si es desleal, jura morir antes de traicionar; si roba, condena repetida y encarecidamente a cualquier ladrón, y si haragán, aparenta que trabaja… ¿Exagero? Las analogías pueden potenciarse hasta el infinito, y todas o casi todas, al menos, enrarecen el clima social.
Los esfuerzos del gobierno de Estados Unidos por derrocar al gobierno cubano parecen ser interminables, casi eternos. Desde el mismo 1ro. de enero de 1959 hasta la fecha, los distintos gobiernos de este país se han empeñado infatigablemente por cambiar el rumbo que Cuba tomó en aquella fecha. No quieren ni han querido aceptar el hecho de que la isla se les fue de las manos y emprendió un camino propio.
Tal como ha sido presentado el hallazgo, pareciera que en el convulso Afganistán fue encontrada —¡por fin!— la gallina de los huevos de oro. Claro, los descubridores no fueron los afganos, sino geólogos estadounidenses y oficiales del Pentágono, quienes ya anunciaron su existencia e importancia.