El gusano de seda se títula la segunda novela, también de género negro, que J.K. Rowling —la creadora de Harry Potter— ha escrito con el pseudónimo de Robert Galbraith, libro que se publica tras El canto del cuco. Ahora nuevamente el protagonista es el singular detective Cormoran Strike, de 36 años y gran poderío físico (cien kilos), inteligente y osado, e hijo de un conocido cantante de rock, a quien apenas ha conocido y cuya fama no le trae nada bueno.
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Investigadores estadounidenses concluyeron que Lee Harper, autora de la novela Matar a un ruiseñor, no recibió presión alguna para que publicara su secuela. Fue la Comisión de Seguridad de Alabama la que lideró la investigación, un ente que tiene como objetivo prevenir el fraude financiero a los ancianos. Después de que un agente de la comisión la entrevistara, esta quedó convencida de que la escritora, de 88 años, quiere que su segundo libro sea publicado. El nuevo trabajo, titulado en inglés Go Set a Watchman, saldrá a la luz 55 años después de Matar a un ruiseñor.
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«Voy a poner patas arriba a la novela policial chilena», amenazó el año pasado Hernán Rivera Letelier ante su debut en el género. Ahora, luego de dos décadas de escribir sobre la pampa y el salitre, publicó La muerte es una vieja historia, protagonizada por el Tira Gutiérrez, el único investigador privado de Antofagasta, quien va en busca de un violador. Según Rivera Letelier, prepara una trilogía con la presencia de Gutiérrez.
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