El ciclista y periodista francés Paul de Vivie (1853-1930), Velocio, fue el creador del término cicloturismo e inventor del selector o cambio trasero de las bicicletas. Fundó la revista Le Cycliste e hizo grandes recorridos por su país con etapas de hasta 40 horas. En su homenaje se celebra en Francia desde el año 1947 una prueba llamada La Fléche Velocio.
Auténtico apasionado de este vehículo, modificó sus cuadros, transmisiones, bielas, manillares, neumáticos… Una vida entera dedicada a los viajes en bici lo convirtió en el «santo patrón» del turismo en bicicleta. Velocio dejó una serie de recomendaciones o «mandamientos» para el cicloturista, que son seguidos por millones de personas.
Al cicloturista se le llama en francés randonneur, vocablo surgido a principios del siglo XX. Según el sitio De Coalición Ciclistas, su manera de montar, «que bien puede ser por diez horas o durante diez días seguidos», llevó a que se hicieran bicis específicamente para esta modalidad, también llamadas randonneurs.
El sitio describe a este personaje según el siguiente código: «Al randonneur le gusta montar en el campo. No viaja para hacer ejercicio ni está pendiente de su velocidad. Monta en bici simplemente por el placer de montar en bici. No está auspiciado por ninguna marca o equipo. A veces monta en pequeños grupos, pero es más común verle montando solo. Persigue la experiencia y la sabiduría, y no el torrente de adrenalina… El randonneur no tiene entrenador. Pasa más tiempo montando en su bici que hablando de su bici. Es un caballero en su bici, y siempre está dispuesto a ayudar a otros ciclistas en el camino… No es raro verle bajar de su bici para comer y beber tranquilamente frente a un bello paisaje; leer un libro; dibujar algo; tomar fotos; meditar debajo de un árbol; hacer el amor detrás de un arbusto; meterse en un río… Es un ciclista experimentado, con buena condición física, pero no es un ciclista competitivo. No le interesan los premios. No le importa mucho cuánto pesa su bici, o los componentes de su bici, ni está obsesionado con la última modernización».
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