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¿Me besaste o te besé?

No es una broma romántica. La mononucleosis infecciosa, más conocida como «enfermedad del beso», es frecuente entre la población joven, explicó en entrevista a Soy Cuba, sitio web de Juventud Rebelde, la epidemióloga Verena Sablón Estévez

Autor:

Elena Diego Parra

Mariana volvió a su casa con dolor de cabeza, dolores musculares y malestar general. Pensó que había contraído gripe, pero a la mañana siguiente la fiebre le había subido a 39 grados. Su garganta le  dolía fuertemente y estaba tan agotada que apenas podía levantar la cabeza de la almohada.

La madre la llevó al hospital, donde le hicieron un examen físico y un análisis de sangre revelador: tenía mononucleosis infecciosa, padecimiento más conocido como la «enfermedad del beso».

Al interrogar a algunos jóvenes sobre si conocen o no este mal, la mayoría pensó que se trataba de alguna broma. Otros, al escuchar el nombre científico, lo asociaron a las infecciones de transmisión sexual.

Sin embargo, la «enfermedad del beso» no es más que una infección viral frecuente en las poblaciones de adolescentes y jóvenes no solo cubanos, explicó en entrevista a Soy Cuba la epidemióloga Verena Sablón Estévez, especialista del Centro de Higiene y Epidemiología.

—¿Qué es la mononucleosis infecciosa?

—Es una enfermedad a menudo provocada por el virus Epstein-Barr (VEB), que es muy común y al cual muchas personas estuvieron expuestas en algún momento de la infancia. Aunque no todo el que se expone al VEB desarrolla síntomas de mononucleosis. Como con muchos otros virus, es posible relacionarse con una persona infectada sin contraer la enfermedad.

—¿Qué otros factores la pueden desencadenar?

—Aunque el VEB es la principal causa, otros virus como el citomegalovirus pueden provocar una enfermedad similar, porque permanecen en el cuerpo de por vida, aunque no suelen provocar ningún síntoma.

—¿Cómo la persona se contagia? ¿Es solo por los besos?

—El virus se transmite a través de la saliva, por tanto no son solo los besos los culpables: también compartir almohadas, creyones labiales, vasos, cubiertos, etc., puede ocasionar el contagio. Durante los primeros días, las personas infectadas no tienen síntomas, lo que hace que sea más fácil la transmisión.

—¿Cuáles son sus síntomas?

—Los más comunes pueden incluir cansancio extremo, dolor de garganta que no se mejora con el uso de antibióticos, fiebre, nódulos linfáticos recrecidos tanto en el cuello como debajo de las axilas, amígdalas inflamadas, dolor de cabeza o erupciones generalizadas.

«El virus tiene un período de incubación de cuatro a seis semanas. Síntomas como la fiebre y el dolor de garganta usualmente desaparecen en las primeras semanas luego del contagio, aunque otros como el cansancio extremo o los nódulos recrecidos pueden durar más tiempo.

«La mayoría de los adultos han estado expuestos a este virus y crean anticuerpos, por lo que ellos son mayormente inmunes. En cambio, los niños y los adolescentes que no han estado expuestos pueden presentar los síntomas en diferentes grados de severidad».

—¿Cuál es el tratamiento?

—Los antibióticos no funcionan para tratar enfermedades virales como la mononucleosis. La recomendación general incluye descansar, tomar mucho líquido y dar un seguimiento cercano al paciente para diagnosticar posibles complicaciones a tiempo y tratarlas. Para aliviar el malestar y el dolor, se indican analgésicos y antinflamatorios.

«Si aparecen otras infecciones secundarias, como el estreptococo o la sinusitis, el médico recetará medicamentos para tratarlas».

—¿La «enfermedad del beso» puede traer otras complicaciones?

—Sí, sobre todo si no se hace el reposo adecuado. Entre las complicaciones figura el agrandamiento del bazo y, en casos extremos, puede haber ruptura de este órgano, causando dolor agudo y repentino en el lado izquierdo superior del abdomen. En este caso es necesaria una evaluación médica inmediata y la posibilidad de cirugía.

«Otros problemas pueden ser la hepatitis ictericia, anemia, plaquetas bajas, complicaciones con el sistema nervioso como meningitis, y amígdalas recrecidas que pueden bloquear la vía respiratoria.

«Si la persona tiene un sistema inmunitario comprometido, como quienes reciben quimioterapia o los pacientes con VIH, puede tener muchas complicaciones peligrosas».

—¿Cómo se previene?

—La prevención es lo más importante, como todo en la medicina. De estar infectado con el virus, hay que evitar dar besos y compartir utensilios o vasos hasta varias semanas o meses luego de que los síntomas hayan desaparecido.

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