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Pregunte sin pena

Tengo una relación con una muchacha a quien quiero mucho. Todo surge bien con ella, el del problema soy yo. A la hora de tener sexo, todo empieza bien, ambos nos sentimos bien, pero yo no logro llegar al orgasmo

Autor:

Mariela Rodríguez Méndez

R.B.: Tengo una relación con una muchacha a quien quiero mucho. Todo surge bien con ella, el del problema soy yo. A la hora de tener sexo, todo empieza bien, ambos nos sentimos bien, pero yo no logro llegar al orgasmo. No entiendo qué me pasa, me siento bien en todo momento, y ella me gusta mucho, incluso puedo seguir. Podría llegar al orgasmo pero tardaría mucho, ella llega más de una vez y yo nada. Me he dado cuenta de que quizá es por la preocupación de eso mismo y he trabajado en base a eso pero al final paro por miedo a lastimarla. Ella me entiende pero no está muy contenta con eso. Me pongo en su lugar y también la entiendo, eso da qué pensar. Necesito una solución para mi problema. Tengo 21 años.

¿Cuál es el problema a solucionar? Pareciera que es la tendencia a postergar tu placer por garantizar la satisfacción, que tu mayor goce es que ella disfrute. Esta es una solución a tu otro problema relacionado con el temor a desagradar o dañar a otro. Paradójicamente, con tu renuncia a llegar a tu orgasmo lejos de contentarla, logras lastimarla al darle qué pensar y lo que constituía una solución ya no resulta tan eficiente como tal vez lo ha sido en otros contextos.

Usted ha llegado a intuir que el exceso de preocupación por el otro, lo lleva a renunciar, a parar lo propiamente suyo. Al parecer la solución que usted necesita estará relacionada con un cambio en este sentido. Sin embargo, el hecho de que aunque tenga identificado que podría terminar con un tiempo más y no lo logre, hace suponer que debería poder hablar con un profesional de esta dificultad.

Es posible que pueda encontrar otro modo de relacionarse con esa muchacha a la que quiere mucho sin esa sensación de que la lastimará, ni esa exigencia excesiva que lo empuja a resultar complaciente a costa de toda renuncia a su placer. Pero para ello es preciso que se pueda analizar algo más esto de lo cual usted se queja.

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