Parece claro que tu novia te ama; pero no parece que ese sentimiento sea recíproco. ¿Es suficiente para ti su amor o su cambio de actitud? ¿Es en verdad tu novia la que te impide apostar por esta nueva pasión? ¿Qué lugar quieres darle a esa satisfacción y al amor que dices estar experimentando?
J. M.: Llevo tres años y medio con mi pareja; ella tiene 22 y yo tengo 30 años. La cuestión es que hace dos meses conocí a una mujer de 40 años que está dispuesta a enfrentar una relación formal y hasta a darme un hijo que no tengo todavía porque mi pareja aún está estudiando. Es increíble cómo hemos compenetrado y nos entendemos. Estoy en una encrucijada, porque le comenté a mi novia cómo me gustaría que me tratara, y ha dado un cambio en su vida después de esa conversación que me tiene confundido. Yo estoy seguro de que ella me ama, pero con la otra parte me siento satisfecho y he vivido los dos mejores meses de amor de mi vida.
Parece claro que tu novia te ama; pero no parece que ese sentimiento sea recíproco. ¿Es suficiente para ti su amor o su cambio de actitud? ¿Es en verdad tu novia la que te impide apostar por esta nueva pasión? ¿Qué lugar quieres darle a esa satisfacción y al amor que dices estar experimentando?
Has conocido a alguien con quien te va mejor, pero no quieres tomar el riesgo de terminar con tu novia. Más bien, quieres reclamarle más a tu pareja para abandonarla si no cumple con tus demandas. Así quedaría ella responsabilizada, sin que tú asumas que en verdad ella no te interesa tanto como esta otra mujer con quien vives tu mejor experiencia amorosa. Mientras tanto postergas una determinación. Continúas disfrutando del amor y la seguridad que te da una; tanto como de la pasión y satisfacciones que te da la otra.
Las decisiones siempre implican confusión. Solo podemos apoyarnos en nuestro deseo, porque nada asegura que luego todo acontezca como quisiéramos. Decidir es asumir riesgos. ¿Estás hoy dispuesto a elegir?
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