Juventud Rebelde - Diario de la Juventud Cubana

Mis hijos no quieren que tenga una relación

Autor:

Mariela Rodríguez Méndez

M.S.: Después de 22 años de matrimonio, sufriendo abusos, decidí separarme. Después de tres años, conocí a un hombre fuera de serie a quien adoro, a pesar de ser casado. No me importa su situación. Me siento querida y enamorada. El problema es que mis hijos no quieren que mantenga ninguna relación. Yo me siento joven, con deseos de amar y sentirme amada. Tengo 46 años. ¿Qué hago?

Así como definió la situación matrimonial anterior, tendrá que defender su elección actual. Es difícil para los hijos aceptar estos cambios, lleva un proceso de adaptación que implica reconocer que el matrimonio de sus padres se rompió, aunque no sea lo deseado, y que ambos rehacen su vida de pareja.

En este caso, es usted la que debe definir bien lo que quiere. Luego es imprescindible darse cuenta de que esta relación de pareja tiene connotaciones familiares. Se requiere definir cómo se convivirá en estos espacios de la familia, cuáles son los roles que su nueva pareja podrá y deberá asumir, las normas de convivencia, el estilo en que se podrán comunicar y relacionar, entre muchos aspectos de la vida cotidiana.

Un elemento a abordar es el nivel de implicación y compromiso familiar que este hombre asumirá, dada su condición de casado. Es por eso, que lo primero a definir es el tipo de relación que ustedes quieren tener.

En ese sentido, cabe escuchar las razones que objetan sus hijos para resistirse a ese vínculo. Puede negociar con sus hijos, en tanto son parte de su familia. Esto no implica que sean ellos quienes tengan la autoridad para definir su vida de pareja presente y futura.

Mariela Rodríguez Méndez, máster en Sícología clínica.

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