Gozar de buena salud es un incentivo para sostener una vida sexual de calidad… y viceversa. Según demostró un equipo investigador de la Universidad de Chicago, esta correlación positiva se manifiesta incluso en la tercera edad, así que idearon un indicador de salud para reflejarlo: la esperanza de vida con actividad sexual.
A los 55 años, un hombre saludable puede esperar al menos 15 años de magnífica actividad sexual, a lo cual se suman otros seis o siete si mantiene una pareja estable, buen humor y ejercitación física frecuente. En similar circunstancia, las mujeres pueden aspirar a unos 11 años más de placer erótico.
Esa brecha entre géneros se amplía a partir de la séptima década de vida, en parte por una mayor disponibilidad de fármacos para garantizar la función sexual masculina, pero también porque las mujeres suelen vivir más años que sus parejas y luego permanecen viudas, mientras que los hombres de avanzada edad tienen más probabilidad de encontrar una nueva pareja entre sus coetáneas.
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