Juventud Rebelde - Diario de la Juventud Cubana

Las poblaciones infanto-juveniles, centro de atención del país

Con importantes debates comenzó este martes en La Habana el Congreso Internacional de Investigadores sobre infancias, adolescencias y juventudes

Autor:

Ana María Domínguez Cruz

Como un Código diseñado a la medida para proteger a nuestros niños, adolescentes y jóvenes, fue catalogado este martes el proyecto de Código de las Familias que aún se encuentra en consulta popular.

La valoración tuvo lugar durante uno de los paneles que formaron parte de la sesión vespertina del Congreso Internacional de Investigadores sobre infancias, adolescencias y juventudes que sesiona en el Palacio de Convenciones de La Habana.

La DrC. Ana María Álvarez Tabío, una de las expertas que intervino en el panel Lecturas al Código de las Familias desde las infancias, adolescencias y juventudes, se refirió a la protección integral que propone el revolucionario proyecto hacia la infancia y la juventud.

Existe, dijo, un cambio en este Código porque intenta mirar hacia unos derechos más plenos para la infancia, y persigue que cada joven tenga voz propia y que se tomen en cuenta sus criterios.

Hay una alarma absurda de que los niños con el nuevo Código van a mandar en todos los espacios, y no es así, sino que se aboga porque tengan participación en la toma de decisiones tanto individuales como familiares. Se necesita que en todos los casos exista un respeto a la condición de la niña o el niño como persona en desarrollo, agregó.

En otro momento de su intervención, la también profesora titular de la Facultad de Derecho en la Universidad de La Habana, enfocó su análisis en las maneras con que Cuba asume estos nuevos paradigmas. Son necesarias tales transformaciones, ya que se espera sustituyan, luego de los amplios debates
populares, 47 años del Código de la Familia vigente.

Y es que nuestro país no se ha mantenido inerte a lo largo del tiempo, más bien ha experimentado profundos cambios desde lo social y, es ahí, donde entran los niños, jóvenes y adolescentes. En Cuba, agregó la Doctora en Ciencias, era necesario construir un nuevo proyecto donde se vele a fondo, por ejemplo, contra la violencia infantil ya sea desde lo familiar, social o en cualquier otro espacio.

«Los padres tienen la responsabilidad de conversar y hacer entender a sus hijos, pero nunca a través de la violencia doméstica. Como mismo tampoco deben exponerlos bajo ningún concepto a la explotación económica, y es eso por lo que estamos abogando en este nuevo proyecto», expresó.

Despojémonos del prejuicio y la desinformación  

Por su parte, la Doctora en Ciencias Niuva Ávila Vargas hizo hincapié en un primer momento de su intervención, en la politización que se le ha dado al Código de las Familias desde fuera del país y que por consiguiente y de forma lamentable, también ha impactado dentro de la Isla con ideas erróneas.

Esto no debiera suceder, dijo, porque es un Código de lujo que suscita un escalón superior en cuanto al beneficio familiar y social. En su opinión, consolidará más protección y derechos para todas las personas y en especial para nuestros niños, adolescentes y jóvenes.

En cuanto a los aportes de la nueva norma jurídica, expresó que es necesario resaltar el derecho de cada ser humano a formar familia y considerarla como un grupo diverso y dinámico donde nuestras juventudes, padres y abuelos sean valorados en las tomas de decisiones más básicas.

Durante el panel, el MSc. Manuel Vázquez Seijido, subdirector del Cenesex, fue claro en la idea de que la nueva normativa está atemperada a los postulados que se llevaron a la Constitución vigente desde 2019. «Es, además, un proyecto conectado al carácter revolucionario y socialista de nuestro país», dijo.

Asimismo, resaltó que este refuerza en su más amplio sentido la igualdad y el derecho de cada persona, incluyendo
los más jóvenes, a definir sus gustos sexuales o de género. Es por ello que protege ante las violencias verbales, físicas o sicológicas que se generen contra los adolescentes y cualquier otra persona.

Sobre una crianza sana, respetuosa hacia los niños por parte de parejas homosexuales, recordó, es posible y viable en las condiciones actuales del país. Lo que sí se torna necesario despojarnos de prejuicios y estereotipos arcaicos que hoy no nos llevan a ningún lado.

Si finalmente se aprueba este nuevo Código de las Familias, deben existir aún más espacios para continuar educando a la población sobre estos temas, porque lo que se quiere es llevar a vías de hecho cada uno de sus puntos en beneficio de nuestros niños, jóvenes y de nuestra sociedad toda, concluyó.

La Primera Secretaria de la UJC significó que el Congreso será de gran utilidad para avanzar desde la ciencia en los propósitos de la organización y el país. Foto: Roberto Suárez

Mirada Científica

Sobre esos y otros desafíos importantes en lo sociodemográfico para el país habló la Doctora Keyla Estévez García, directora del Centro de Estudios sobre la Juventud (CESJ), durante su intervención en la sesión inaugural del cónclave que reúne en La Habana a 2 000 académicos, estudiantes y profesionales, entre los cuales se incluyen representantes de 11 países de Europa y América Latina.

Cada vez —dijo— serán menos los jóvenes en Cuba, y por tanto será necesario que estos asuman responsabilidades aún mayores, que encuentren un proyecto de vida en el país, y debemos atenderlos diferenciadamente para no romper con la continuidad de la Revolución.

Estévez García insistió en la urgencia de que los investigadores y decisores se coloquen en la misma acera, para brindarles posibilidades de desarrollo de sus capacidades a los jóvenes en el país, quienes deben estar en el centro de las atenciones, no como sujetos pasivos, sino como protagonistas de las transformaciones, el debate y las propuestas innovadoras en la construcción del país que queremos.

Subrayó que el impacto de la COVID-19 se ha notado en los colectivos vulnerables, como los jóvenes, en los que se han reportado pérdidas de habilidades sociales y conductas preocupantes como las adictivas, «y ello conlleva a desplegar una ciencia comprometida al servicio de las poblaciones infanto-juveniles, por el futuro del país».

En la sesión matutina del evento, Aylín Álvarez García, primera secretaria del Comité Nacional de la Unión de Jóvenes Comunistas, afirmó que es primordial convertir nuestra juventud comunista en un espacio más fresco, abarcador e inclusivo, sin renunciar a principios políticos e ideológicos esenciales.

Tomar el pulso de la época y atemperarse a sus dinámicas es vital para sostener el poder de convocatoria y la efectividad movilizativa. Tenemos la responsabilidad del diálogo efectivo, la búsqueda de soluciones a problemas viejos y nuevos, desde la ciencia y con la ciencia, apuntó Álvarez García, quien aseveró que este Congreso nos será de gran utilidad para avanzar en los instrumentos adecuados para una más efectiva política de juventud.

Como parte de las actividades de la primera jornada del Congreso, se inauguró la exposición fotográfica Juventudes cubanas, 60 años en Revolución.

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