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Ambos equipos ofrecieron un gran espectáculo Autor: Calixto N. Llanes Publicado: 08/02/2020 | 09:39 pm
Con dos victorias seguidas frente al conjunto habanero de Diez de Octubre, el equipo de Bayamo aseguró el título cubano de las Pequeñas Ligas de béisbol jugando sin ninguna presión en un concurrido estadio infantil Juan Ealo, en los predios de la Ciudad Deportiva.
En el partido inicial los orientales se impusieron 6-4 con el protagonismo de uno de los posibles talentos más grandes de Cuba: Yeison Acosta, quien pegó un palo de vuelta entera que parecía salido de un joven veinteañero y no de un bisoño de apenas 13 años. No conforme, disparó un triple también y cuando hubo rebelión azul en las postrimerías, cogió la bola y ponchó a seis bateadores para anotarse el salvamento.
A segunda hora volvieron a triunfar los visitantes con pizarra más abultada: 10-5, pese a que otra vez los habaneros se pegaron en los innings finales, y en las gradas, entre los padres inquietos, el gigantón Lázaro Blanco —sí, el pitcher del Cuba— dibujaba los movimientos con su diestra, como en los tiempos en que Vladimir Vargas, el director de los bayameses, era su entrenador.
Consumado el éxito, Blanco bajó a celebrar con sus comprovincianos y abrazó a Vladimir, hombre historia del béisbol infantil: lleva 28 años en estos trajines y entre 2018 y 2020 ha vivido momentos de gloria. Primero fue campeón con el elenco de Granma de la categoría 11-12 y dirigió el Cuba, bronce en el campeonato panamericano, y ahora, con el equipo de su municipio, alza este trofeo de manera invicta, que tiende un puente entre Bayamo y Puerto Rico, sede del clasificatorio del Caribe para la Serie Mundial de las Pequeñas Ligas.
El torneo se jugó por el sistema de eliminación directa. Para llegar a La Habana, los pequeños bayameses dejaron en el camino a Báguanos (HOL), Guantánamo y Camagüey, y ahora buscarán en la Isla del Encanto lo que el año pasado no pudo el representativo criollo.
El regreso de Cuba a este circuito competitivo se consumó en marzo de 2019, cuando fue hecho público el memorando de entendimiento entre la Federación Cubana de Béisbol y las Pequeñas Ligas de béisbol internacional (LLBI, por sus siglas en inglés), que agrupan a cerca de 200 000 equipos de niños de entre cuatro y 12 años de edad en más de 80 países. Todos los años el proyecto concluye en el verano con una Serie Mundial en Pensilvania, Estados Unidos.
Los primeros vínculos de nuestro país con las Pequeñas Ligas se remontan a 1956 y principios de la década del 60, cuando se desarrolló un amplio movimiento en casi todo el territorio nacional.
El año pasado, Cuba fue representado en la liga del Caribe por el campeón nacional, debido a que no había suficiente tiempo para organizar el torneo clasificatorio en el país.
La cita tuvo lugar en Curazao, donde nuestro equipo efectuó ocho juegos y solo perdió dos, ambos con los elencos locales. En la etapa preliminar cayó ante Curazao B (0-1) y en la semifinal frente a Curazao A (3-8), conjunto que luego sería subcampeón en la Serie Mundial.
A Pensilvania avanzan los ganadores de cada una de las 16 regiones en que está dividido el circuito, ocho dentro de Estados Unidos y la otra mitad en diferentes áreas geográficas del orbe. América Latina dispone de dos grupos, el del Caribe y otro continental.
En la Serie Mundial, los equipos extranjeros compiten en una llave y los anfitriones por la otra. La liza concluye con el juego por el título entre los líderes de cada grupo. En 2019, el representante de la región de Southwest (Estados Unidos) fue el monarca al blanquear por 8-0 a los curazaleños.
Aunque aún no es oficial, el sitio web de LLBI prevé que este año la Serie Mundial sea entre el 20 y el 30 de agosto, y desde ya Vladimir y sus muchachos sueñan con llegar allí.
Bayamo ganó de manera invicta.
