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Aunque las ambiciones de un deportista generalmente están centradas en culminar en la cima o en el podio de las competiciones que concursen, la felicidad también suele aparecer cuando se logran posiciones inferiores. Tal es el caso del ajedrecista habanero Omar Almeida (2540), quien terminó bastante satisfecho con su desempeño en la primera edición del Abierto Internacional de Guatemala, organizado por el Club Caissa, el cual reunió a 134 jugadores de 15 países.
Después de nueve rondas en el Salón Europa del confortable Club Italiano en la capital guatemalteca, el olímpico antillano fue uno de los dos invictos del certamen, tras lograr siete unidades —cinco triunfos y cuatro empates—, que le valieron para culminar en la quinta posición, pues el sistema de desempate favoreció al local Sergio Barrientos (2494), igual con siete puntos y merecedor del cuarto lugar. Tras esta muy buena actuación, Almeida reportó a su coeficiente Elo diez unidades.
El capitalino llegó a Cuba en la noche del lunes y vía digital conversó con Juventud Rebelde. «El torneo fue de gran calidad, muy disputado desde el principio. Estoy contento con el resultado, me enfrenté a cinco Grandes Maestros, les gané a dos y entablé con tres, y terminé invicto junto al argentino Sandro Mareco (2661), los únicos del evento. Estoy muy feliz, sobre todo por el Elo, ya que es muy importante para seguir con mis objetivos», expresó.
Las dos últimas partidas del cubano fueron determinantes en su puntuación definitiva y en la obtención de esas diez rayitas que adicionó a su Elo, pues chocó en la penúltima ante Mareco, titular del campeonato, y al cierre con el experimentado matancero Renier González (2451), radicado hace casi 20 años en Estados Unidos.
«El cotejo frente a Mareco se extendió a más de 100 jugadas y fue tenso, pues él tenía medio punto más y si ganaba me sacaba prácticamente del podio. Fue un encuentro con muchas complicaciones, estuve bien y con chances de triunfo, pero en el apuro tuve momentos de peligro. Finalmente salió el empate, un resultado justo. Mientras que la partida ante Renier fue difícil en el plano personal, porque somos amigos, pero tuvimos que jugar para quedar delante en el torneo, y al final jugué preciso y pude salir victorioso», expresó el trebejista de 37 años.
Aunque el torneo fue muy exigente debido a la realización de doble ronda cada día, excepto en la última jornada, en su versión inicial, según palabras de Omar, presentó una organización increíble que motivó a la mayoría de los participantes a desear competir en la edición venidera. Desde ya el habanero se alista para la final del Campeonato Nacional masculino, que sucederá próximamente en Villa Clara.
Sandro Mareco, número uno de su país, hizo honor a su condición de primer preclasificado de la justa, y gracias al sistema de desempate culminó con el cetro, con 7.5 unidades, seguido por el español Pepe Cuenca (2512) y el alemán Ilja Zaragatski (2465). El monarca publicó en su cuenta de Facebook que ganó tres puntos para su Elo, «con lo que me voy a 2664 en la próxima lista, que será el máximo ranking que he tenido».
