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Hoy están presentes 25 000 médicos cubanos en 65 países. Autor: Roberto Suárez Publicado: 21/09/2017 | 05:49 pm
GINEBRA, mayo 23.— En poco más de medio siglo, 137 000 profesionales cubanos de la salud trabajaron en todos los continentes, en zonas remotas y condiciones difíciles, labor reconocida aquí durante la Asamblea Mundial de la Salud, que concluye sus sesiones este sábado.
La colaboración comenzó en 1960 con el envío de un grupo de emergencia a Chile para atender a víctimas de un terremoto que dejó miles de muertos, y en 1963 llegó la primera brigada médica permanente a Argelia, recién independizada.
Esos fueron los dos momentos históricos iniciales, declaró en entrevista a Prensa Latina el director de Relaciones Internacionales del Ministerio de Salud Pública de Cuba (Minsap), Néstor Marimón.
Desde entonces, afirmó, la ayuda nunca se ha interrumpido, a pesar de las limitaciones económicas impuestas por el bloqueo de Estados Unidos y la situación enfrentada en el período especial, en la década del 90, tras la desaparición del campo socialista europeo.
Aunque la cooperación, extendida a 120 países, siempre ha sido importante en cada uno de los lugares, el funcionario mencionó algunos de sus momentos cumbres.
Entre 1960 y 1980 se enviaron brigadas a países africanos como Tanzania, Guinea, Angola y Etiopía; a finales de los 90 surgió el Programa Integral de Salud y se creó la Escuela Latinoamericana de Medicina, a raíz del paso de los huracanes George y Mitch por el Caribe y Centroamérica.
Marimón mencionó también la misión Barrio Adentro en Venezuela; la Operación Milagro, que permitió recuperar o mejorar la visión a más de 2 577 000 personas; la creación del contingente Henry Reeve, especializado en situaciones de desastre, y el estudio integral sobre personas discapacitadas.
No existe otro país, ni organización internacional, que haya tenido tantos colaboradores al mismo tiempo en tal cantidad de naciones, afirmó el Director de Relaciones Internacionales del Minsap.
En estos momentos hay 50 000 trabajadores del sector en 65 países y de ellos 25 000 son médicos, explicó.
Pero la ayuda no comprende solo la asistencia médica, sino también la formación profesional. «Hemos creado más de 12 facultades en el exterior y en la ELAM ya se han graduado más de 20 000 estudiantes», informó.
Este apoyo solidario fue reconocido aquí por diversos ministros durante la asamblea anual de la Organización Mundial de la Salud (OMS), que reúne hasta este sábado en el Palacio de las Naciones en Ginebra a representantes de los 194 países miembros de la entidad, en la Asamblea presidida por Cuba.
A Guatemala, los médicos cubanos arribaron en 1998 tras el huracán Mitch y llegaron para quedarse, dijo a Prensa Latina el ministro de Salud Pública de la nación centroamericana, Jorge Alejandro Villavicencio.
Dentro de los ejemplos más recientes, destacó el apoyo brindado para la creación de la Escuela de Partería guatemalteca, a fin de preparar a las comadronas para reducir la mortalidad materna.
Informó que unas 300 enfermeras cubanas especializadas en Ginecobstetricia se encuentran en Quiché, Polochic y Huehuetenango, «áreas poco accesibles, donde lamentablemente no contamos con el recurso humano necesario».
Además de los médicos y enfermeras, recordó, en Guatemala laboran entomólogos especializados en caracterización de vectores y técnicos para reparar equipos biomédicos y se han realizado investigaciones científicas con especialistas locales.
«Realmente nosotros no tenemos palabras para expresar nuestro agradecimiento al Gobierno y el pueblo cubano», declaró el titular guatemalteco, Jorge Alejandro Villavicencio.
Por su parte, el ministro de Salud de Venezuela, Francisco Armada, también destacó la colaboración de la nación caribeña para el desarrollo del sistema sanitario y la formación profesional de unos 17 000 médicos venezolanos.
«Es una asistencia incondicional, fraternal, un verdadero ejemplo de solidaridad, declaró, por su parte, la ministra haitiana del ramo, Florence Duperval Guillaume.
Cuba fue elegida por la región de las Américas para presidir este año la Asamblea Mundial de la Salud, muestra del prestigio de su medicina y la contribución a los objetivos de la OMS de prevención y enfrentamiento a los problemas sanitarios a nivel global.
