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MOSCÚ, julio 28.— El Ministerio de Exteriores de Rusia anunció medidas de respuesta a las sanciones aprobadas por el Congreso de Estados Unidos, así como a la expulsión de diplomáticos rusos de EE. UU. y las propiedades de la Embajada rusa precintadas por Washington el año pasado.
El Kremlin desautoriza el uso, a partir del 1ro. de agosto, de unas instalaciones de almacenamiento y de una mansión de la Embajada de EE. UU. en Moscú; da a Washington un plazo hasta el 1ro. de septiembre para reducir su personal diplomático en Rusia hasta las 455 personas —en correspondencia exacta con el número de diplomáticos y miembros del personal técnico ruso que trabaja en EE. UU.— y se reserva el derecho de adoptar otras medidas en caso de nuevas acciones unilaterales de Washington.
Las decisiones de Rusia son solo «los primeros pasos» en respuesta a la aprobación por el Congreso y el Senado de EE. UU. de nuevas sanciones contra Rusia, aseguró a RIA Novosti el senador ruso Frants Klintsévich.
El Senador considera que en el futuro se podrían adoptar una serie de medidas políticas, incluida la prohibición de entrada al país de los miembros del Senado y el Congreso de EE. UU. que votaron a favor de las sanciones contra Moscú.
El Congreso de EE. UU. aprobó un proyecto de nuevas sanciones contra el sector energético y financiero, así como contra personas consideradas sospechosas de lanzar ciberataques y empresas acusadas de proveer armas a Damasco.
El proyecto irá ahora a la aprobación o no del presidente Donald Trump.
La intención de estas medidas ha despertado críticas en el seno de la Unión Europea (UE), en tanto pudieran afectar a empresas suyas. Por ello, la Comisión Europea se ha mostrado dispuesta a responder si Washington amplía las restricciones contra Moscú «sin tener suficientemente en cuenta» las preocupaciones de la UE.
