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MOSCÚ, febrero 10.— El canciller ruso, Serguéi Lavrov, criticó las amenazas vertidas por países de Occidente sobre el tema ucraniano, en el marco de la visita a Moscú de su homóloga británica, Liz Truss, quien a su llegada a esta capital afirmo que Rusia asumirá graves consecuencias si no retira sus fuerzas.
Lavrov afirmó este jueves que los ultimátums, amenazas, enfoques ideológicos y la moralización de los países de Occidente sobre el conflicto en Ucrania no van hacia ningún lado y no puede referirse a ellos como diplomacia.
«Desafortunadamente, muchos de nuestros colegas occidentales ahora se dejan llevar por esta forma de su actividad pública. No puedo llamarlo diplomacia», dijo tras su encuentro en Moscú con la ministra Truss, en que recordó que el primer ministro de Reino Unido, Boris Johnson, se pronunció a favor de mejorar las relaciones con Rusia.
«Si esta es realmente la tarea de nuestros colegas británicos, entonces, por supuesto, corresponderemos. No podemos conformarnos con unas relaciones que probablemente estén en su punto más bajo de los últimos años», señaló el jefe de la diplomacia rusa.
En este sentido, subrayó que las relaciones bilaterales solo pueden normalizarse mediante un diálogo equitativo y de respeto mutuo, «basado en el reconocimiento de los intereses legítimos de cada uno y en la búsqueda de soluciones mutuamente aceptables».
El titular de Exteriores comentó que, al ser ambos Estados miembros permanentes en el Consejo de Seguridad de las Naciones Unida y aliados durante la Segunda Guerra Mundial, tienen una responsabilidad para frenar tendencias negativas en las relaciones internacionales.
Liz Truss arribó a Moscú la víspera para reunirse con su par ruso. En declaraciones contrarias a la distensión, la diplomática expresó que Rusia debe retirar inmediatamente sus fuerzas de su lado de la frontera y respetar la soberanía ucraniana, o enfrentaría graves consecuencias, reporto Telesur.
Durante el diálogo de este jueves, Lavrov aseveró que Moscú no tiene intención de agredir a Kiev. Añadió que el Gobierno de Ucrania no solo no desea implementar los acuerdos de Minsk, que fueron consagrados ante el Consejo de Seguridad de las Naciones Unidas, sino que los rechaza abiertamente.
En la conferencia de prensa posterior al encuentro Lavrov-Truss, se dio a conocer que este viernes se reunirán los ministros de Defensa de ambas naciones.
Por otra parte, el Ministerio de Defensa ruso anunció que las fuerzas armadas de Rusia y Belarús iniciaron este jueves los ejercicios conjuntos Determinación aliada-2022, que se llevan a cabo en territorio bielorruso, en medio de las tensiones entre occidente y Moscú por Ucrania. Las maniobras militares se extenderán hasta el 20 de febrero y consisten en repeler una agresión exterior y también acciones de lucha antiterrorista.
Para estos ejercicios se desplegaron sistemas de defensa antiaérea de largo alcance S-400 en un polígono militar en la región de Brest, limítrofe con Ucrania y Polonia. Rusia informó también de la participación de aviones de ataque a tierra Su-25SM, que tienen su base habitual en el Lejano Oriente, y de una docena de cazas de cuarta generación Su-35.
Rusia y Belarús han defendido la transparencia de los ejercicios militares, que no rebasarían los límites contemplados en acuerdos internacionales.
