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LAS TUNAS, junio 19.— La obtención de aceites vegetales a partir de la cera y la cachaza de la caña de azúcar, constituye la primera fase de un proyecto de investigación de las universidades Vladimir Ilich Lenin, de Las Tunas, y Oriente, de Santiago de Cuba, que implica la elaboración de derivados para sustituir importaciones de fábricas y entidades cubanas, además de reducir la contaminación ambiental, reporta la AIN.
Con este fin se instaló en la ciudad de Las Tunas un laboratorio para la extracción de biolubricantes. El programa investigativo tiene el propósito de desarrollar la producción de biocombustibles desde un enfoque ecológico y sostenible, explicó a la AIN Daniel Rodríguez, uno de los autores del estudio, el cual cuenta con el apoyo de la refinería de petróleo Hermanos Díaz, de Santiago de Cuba.
En el mundo, agregó, existe una tendencia a fabricar bioproductos en detrimento de los cultivos de alimentos, sin embargo esta propuesta se basa en la utilización de desechos, lo que contribuye a incrementar su rentabilidad económica.
Las Tunas es una de las principales productoras de azúcar del país y cuenta con varias instalaciones dedicadas a los derivados de la gramínea, por lo que constituye un escenario propicio para el desarrollo de esta tecnología, significó Rodríguez.
La Empresa Cubana de Lubricantes (CUBALUB), y la de Aceros Inoxidables (ACINOX), se han mostrado interesadas en el producto, un aceite que puede emplearse como aditivo a combustibles para equipos de transporte o la generación de energía.
De acuerdo con un informe de la Organización de Naciones Unidas para la Alimentación y la Agricultura (FAO), la mayoría de las investigaciones sobre los biocombustibles se basan en la utilización de los cereales y semillas oleaginosas, lo que impacta negativamente en la producción de alimentos.
