Juventud Rebelde - Diario de la Juventud Cubana

Una pesadilla fue lo que contó aquí el pasado 30 de agosto el holguinero Camilo Barnet Utria, desde que reservó dos cabañas por tres días a partir del 19 de agosto, en la base de campismo popular Los Cantiles, de la provincia de Granma.

Como por problemas de transporte no iban a estar temprano ese día 19, a las 9:00 a.m. llamaron por teléfono a Los Cantiles, y les respondieron que no había problema, podrían llegar en cualquier momento del día. Ya en Bayamo, volvieron a llamar a la base, y para su asombro les dijeron que las capacidades ya estaban ocupadas; pero que llegaran. Encontrarían una solución.

Ya en Los Cantiles les atendió una trabajadora de limpieza al frente de la recepción. Les dijo que una representante del Buró de Reservaciones de Bayamo, donde se suponía fue el error, iba en camino a la base para buscar solución. Camilo habló con el Director de Los Cantiles, quien señaló que aquello era irrespetuoso. «Pero con la misma rapidez que dijo eso, se retiró de su puesto de trabajo, dejándonos a la familia y al problema, como quien no tiene responsabilidad por lo que sucede en el centro de trabajo que dirige», afirmaba.

A las 6:00 p.m., sin llegar la del Buró de Bayamo, rogaron una solución a la recepcionista en funciones, quien ofreció lo que podía: la sala de juegos, sin condiciones para albergar a ocho personas, o el cuarto de trabajadores, apto para cuatro y en pésimo estado.

«Exhaustos, maltratados y tristes, regresamos a Holguín, refería. Y hasta el día de hoy (26 de agosto) aún no hemos recibido una respuesta. No se nos devolvió nuestro dinero ni se ofreció una opción con el mínimo de calidad. ¿Cómo es posible  que una compañera de limpieza esté a cargo del centro y su Director no enfrente la situación?», preguntaba finalmente Camilo.

Al respecto, responde Lino Chils Torres, director general de la Empresa de Campismo Popular Granma, que, a raíz de lo publicado, el Consejo de Dirección de esa entidad visitó a Camilo, le ofreció disculpas, le dio la razón y le aseguró que sería debidamente resarcido.

Afirma que es vergonzoso un hecho como ese, alejado de los principios que animan al Código de Ética de los cuadros del Estado, y de los esfuerzos de la dirección del país y de esa provincia, empañados «por un mal actuar, donde no había soluciones alternativas, y no se debía improvisar».

Y agrega que «ningún cuadro, funcionario o trabajador de nuestra institución está por encima del pueblo; a él nos debemos. Nunca toleraremos la falta de sensibilidad, la indolencia y no atender con respeto y prontitud a nuestros clientes».

Como resultado, señala, «se aplicaron seis medidas disciplinarias (a dos cuadros y cuatro trabajadores), incluyendo una democión definitiva a una plaza de inferior categoría y condiciones laborales distintas, sin derecho a recibir estímulos adicionales a su salario, durante el término de un año», concluye.

Agradezco la respuesta, pero debo precisar ciertos elementos: En esta historia hay continuadas irresponsabilidades, que no quedan totalmente esclarecidas, por muy buena intención que se tenga, ni porque se señalen las medidas disciplinarias tomadas, sin precisarlas personalmente.

¿La causa originaria fue el no envío de la reservación a Los Cantiles por el Buró de Bayamo, o la misma llegó a la instalación y no fue respetada o tenida en cuenta allí? ¿Cómo es posible que a las 9:00 a.m. les aseguraran a los supuestos huéspedes, en camino hacia Granma, que no había problemas y podían llegar en cualquier momento del día; y ya estando en Bayamo, cuando volvieron a llamar, les respondieran que la misma estaba ocupada a plena capacidad?

¿Por qué al frente de la recepción de Los Cantiles había una empleada de limpieza, la cual, por cierto, fue la única preocupada en buscar alguna solución, y el Director de la Base, cuando fue interpelado por Camilo, aunque reconoció el problema, se fue y abandonó a esos huéspedes a su suerte?

¿Por qué nunca llegó nadie del Buró de Reservaciones de Bayamo, como se afirmó? ¿Por qué no se precisa a quiénes sancionaron, qué dos cuadros y qué cuatro trabajadores? ¿A quién se demovió definitivamente a una plaza inferior? La transparencia y la precisión son muy importantes para que una respuesta convenza, por muchas acciones o promesas que se hagan.