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Joaquín Borges-Triana

Los que soñamos por la oreja

Julio Fowler: Utopías

Una vez más compruebo aquello de que no van lejos los de alante, si los de atrás corren bien. Ello fue lo primero en que pensé cuando recibí el disco Utopías, tercera producción fonográfica realizada por Julio Fowler. La idea me vino a la cabeza porque él pertenece a una generación de cantautores cubanos que, en su mayoría, por muchos años no pudo dejar plasmado en un álbum su quehacer musical, dado el desinterés generalizado en su propuesta por parte de la industria discográfica.

Julio tuvo que aguardar por la llegada del presente siglo para registrar sus canciones en un soporte digital, a pesar de que desde finales de los 80 contaba con un nutrido grupo de excelentes composiciones, muchas de las cuales aún permanecen en espera de una mejor suerte, pues solo se conservan guardadas en la memoria del creador o de quienes supimos de ellas por aquellos años.

En apenas algo más de un quinquenio, él se las ha arreglado para publicar tres CD: Dale mambo (Urban Color Music, 2003), Buscando mi lugar (Factoría Autor, 2006) y Utopías, editado en el presente año, también por Factoría Autor. Creo que esto es digno de elogio, si se piensa en el hecho de que la producción de tales fonogramas ha coincidido con los peores tiempos de la industria disquera. Pero ocurre que a nosotros, los cubanos, las crisis apenas nos asustan e inquietan, porque estamos acostumbrados a enfrentarnos a esta clase de situaciones y a encontrar salidas.

Por eso, en un momento tan complejo como el actual, Julio Fowler se nos aparece con un álbum sencillamente de lujo. Las ideas y emociones que han estado fermentando por debajo la concreción del presente disco, están relacionadas con la concepción que Fowler tiene de la utopía, comprendida por él a tenor de las ideas de investigadores como Paul Ricoeur, Darío Renzi, Riane Eisler y Humberto Maturana.

En palabras del propio Julio, recogidas en un ensayo que escribiese acerca del tema, él entiende la utopía «como reflexión liberadora del apego a las certidumbres (el pensar como posibilidad, no como identidad), como protesta permanente de la subjetividad, como exploración cultural de lo posible que surge como crítica lúcida y ruptura ante el malestar, el desencanto social frente a una civilización en plena crisis de sus percepciones, emociones y creencias, así como del modelo de vida constituido por un obsoleto sistema de identidades religiosas, políticas y económico financieras, productos de esta subjetividad en el umbral de su ocaso».

Por supuesto que las 14 canciones incluidas en Utopías no van a abordar el tema desde semejante enfoque filosófico, sino que lo harán de forma tangencial, con el predominio de un lenguaje coloquial, pero siempre con un alto vuelo poético, a mi parecer uno de los rasgos más distintivos que ha signado la obra composicional de Julio Fowler.

Si el primer álbum de este villaclareño fue una apuesta por la «gozadera»; y el segundo, un reencuentro del creador con su esencia como cantautor, en mi opinión el tercero es la reafirmación del pensamiento ideoestético con el que él debutase allá por la segunda mitad del decenio de los 80. En el resultado sonoro del CD, en comparación con los anteriores, se disminuye la carga de elementos del R&B y del soul, para enfatizar más en la proyección del cantautor. A ello contribuye de manera decisiva que este es un trabajo con mucho de una sonoridad acústica y muy guitarrero.

De nuevo estamos ante una impecable producción musical, a cargo de José R. Mestre, Yuri Wong y del propio Julio, quienes cuentan con la colaboración de figuras como Dayán Abad, Carlos Puig, Joel Hernández, Nan Sam y Georvis Pico, por mencionar a algunos. Entre lo hecho por los colaboradores de Fowler en el álbum, me resulta de especial impacto la labor de Gema Corredera y Pavel Urquiza en el tema Tienda en Neptuno, para mí la pieza de mayor pegada de toda la grabación, tanto por el tratamiento neohistoricista al contar una historia del pasado que dialoga con el presente, como por su formidable arreglo vocal instrumental.

Cortes destacados son también Se busca, Bienvenida la locura, Si me amas y Muros, que junto al resto del material hacen de Utopías un CD muy recomendable.

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