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En la comunidad los vecinos agradecen el trabajo de los estudiantes de Medicina. Autogestión fue la palabra clave en el trabajo social de los universitarios a lo largo de este verano. Miles de estudiantes de Medicina, Contabilidad, Comunicación, Cultura Física y Derecho, entre otras especialidades, terminaron sus vacaciones con la convicción de que las Brigadas Universitarias de Trabajo Social (BUTS) este año fueron especiales, y sobre todo útiles.

¿Por qué? Durante los meses de julio y agosto el estudiante pudo asumir, como parte de las BUTS, una tarea vinculada a su carrera y a su comunidad, aspecto que fue muy debatido en el VII Congreso de la FEU y que terminó en acuerdo.

En la Dirección Municipal de Finanzas y Precios, en Plaza de la Revolución, en la capital, por ejemplo, varios muchachos de las carreras de Economía y Contabilidad apoyaron en el análisis de los ingresos económicos de diversas empresas.

Según Dulce María Bello, técnica en Gestión Empresarial, la labor realizada permitió un aumento de la rapidez y la calidad del trabajo, pues vienen con los conocimientos «frescos» de la universidad.

Además durante este período los jóvenes pudieron captar técnicas de trabajo profesional, y socializarse con su futuro desempeño, sin la presión de la academia.

Con ello coincidió Doralis Velásquez, estudiante de la Facultad de Contabilidad y Finanzas, quien formó parte este verano de las Brigadas Universitarias de Control Interno, y asegura que esta tarea le permitió acercarse directamente a labores propias de su profesión, nunca antes desarrolladas por ella.

«Quisiéramos que cada joven sea capaz de buscar por sí mismo aquella tarea en que pueda ayudar en la solución de problemas sociales, medioambientales o de salud, que aquejan a su comunidad: que ese muchacho intervenga y apoye desde los conocimientos de su profesión».

Para Yenis Cuétara Hernández, coordinadora de las BUTS en el Secretariado Nacional de la FEU, la vinculación del trabajo social con la especialidad permite entonces que el joven, además de sentirse más realizado, pueda complementar su formación profesional.

«Desde su territorio cada estudiante deberá gestionarse la tarea social más acorde con su carrera, en la que desee contribuir. Además tendrá la posibilidad de definir cuándo comenzaría la misma, de acuerdo con las necesidades precisas de cada entidad y región», destacó.

Según la dirigente, con este nuevo modelo podrá evitarse la desorganización que en varias ocasiones marcó negativamente el desempeño de las BUTS. Los estudiantes ya no se sentirán desatendidos, o inútiles, por no tener tareas que desarrollar.

Sin embargo, a pesar de haber sido esta una de las principales motivaciones en el congreso, no todos los estudiantes se vincularon de esta manera. Hubo muchos que prefirieron que les fuera orientada la tarea antes de autogestionársela.

«Sabemos que no es un paso que se logra tan rápido, pues no se ha consolidado aún en la conciencia de los jóvenes. Es difícil que ahora ellos cambien de pronto aquella concepción de tareas orientadas a nivel nacional», reconoce Yenis.

En la Fiscalía Provincial de Ciudad de La Habana los estudiantes de Derecho apoyaron en la revisión de expedientes. Los vecinos quedaron contentos. Una vez concluida la jornada de trabajo de un grupo de estudiantes de Medicina, ellos se sienten satisfechos con su desempeño durante el verano. Confían en su papel en la asistencia médica y no vacilan en colaborar en la labor de higienización contra el mosquito.

«El trabajo de estos muchachos durante las vacaciones es muy bien valorado por la comunidad. Ellos lo hacen con mucha dedicación, saben aplicar sus conocimientos, y eso es lo que necesitan nuestros vecinos».

Esta fue la opinión de Elsa Carrera, en uno de los hogares visitados en el municipio capitalino de Playa, para quien significa mucho el apoyo brindado por los estudiantes en la asistencia primaria de salud, en la campaña antivectorial, y en el policlínico, junto a los doctores.

Yeney Cobarrubias, de tercer año de Medicina, opina que esta vinculación con la práctica durante el período de las BUTS permite que el estudiante se codee más desde los primeros años de enseñanza con su realidad profesional. Constituye un campo de entrenamiento necesario, que complementa el conocimiento adquirido en cada año.

Para una parte de los estudiantes de esta especialidad, el trabajo consistió en apoyar la asistencia médica directamente en policlínicos, farmacias, hospitales y áreas primarias de salud, donde realizaron labores de esterilización de materiales y ayudaron en la producción de medicamentos.

Otros desarrollaron acciones de prevención, al impartir charlas educativas sobre orientación sexual, violencia familiar y contra la mujer, e incluso se vincularon al Programa de Atención Materno­Infantil.

Además, se unieron a la Campaña Antivectorial, junto a otros estudiantes, en programas de higienización, en las revisiones de hogares y también en la fumigación.

Para los jóvenes de especialidades como Turismo el trabajo estuvo enfocado al análisis e informatización de los ingresos económicos de diferentes empresas. Otro momento relevante durante el período de las BUTS fue la realización de encuestas por parte de estudiantes de Psicología, Sociología y Comunicación, quienes buscaron respuestas a algunas de las problemáticas que se presentan en las sedes universitarias.

Los futuros psicólogos evaluaron, conjuntamente con un grupo de especialistas, las situaciones que se pueden generar con estos jóvenes, en la realidad de su entorno. Ello posibilitará la búsqueda de soluciones para cursos venideros.

En tanto, los muchachos de Cultura Física trabajaron con los terapeutas en las salas de rehabilitación. Con esta experiencia acumularon nuevos conocimientos, no solo adquiridos con los expertos, sino durante la misma aplicación del tratamiento a pacientes.

Y para completar, apoyaron proyectos comunitarios en los combinados deportivos de los municipios, e incluso fueron entes activos en los llamados planes de la calle, como asesores de la cultura deportiva y recreativa con niños y jóvenes, así como en campismos y entidades de recreación.

Para los futuros profesores la meta fue la captación de nuevos formadores en los centros educacionales, donde compartieron experiencias con los muchachos, intercambiaron criterios y apoyaron de manera especial el programa de las FAPI.

Y si de Derecho se trata, los estudiantes no escatimaron espacios. Bufetes colectivos, tribunales y fiscalías fueron las plataformas perfectas para aportar también su granito de arena.

Comprendidos en el Contingente Julio Antonio Mella, trabajaron en la verificación y actualización de archivos y casos penales, siempre asesorados por especialistas de las diferentes instituciones.

Acápite especial fue el relacionado con los trabajadores sociales, junto a los cuales los universitarios desarrollaron tareas de la Revolución Energética, con la atención a impagos, o sea, la verificación de aquellos hogares en los que aún no se han pagado los equipos electrodomésticos, así como en la entrega de televisores y refrigeradores.

Aunque tradicionalmente el período oficial de las BUTS era de 15 días, a partir de estas vacaciones solo será de una semana. De esa manera los jóvenes podrán racionalizar más la etapa vacacional y tendrán un período mayor para descansar y divertirse.

Otro aspecto importante fue el plan de estimulación que debe planificarse para quienes resulten más destacados. Según explicó a JR Yenis Cuétara, al concluir cada etapa se debe hacer un análisis del trabajo en cada centro.

«Todos los estudiantes deben ser reconocidos, y ha de comunicárseles qué ha significado su labor para la sociedad, en beneficios concretos», subrayó.

Ellos obtienen un diploma, y para quienes la labor fue meritoria, deberán otorgarse estímulos, como invitaciones a centros recreativos y otras ofertas.