El finalizado montaje de cien viviendas, fruto de la integración y la amistad cubano-venezolana, es un hito en la historia constructiva del país
CIENFUEGOS.— Juan Carlos Aguiar y Ariadna Fernández son una de las centenares de parejas jóvenes que no disponen de vivienda propia aquí. Él, ingeniero destacado, y ella, maestra de mérito, cifran sus esperanzas en obtener una «petrocasa». Sus sueños podrían cumplirse.
En Cienfuegos se dan los pasos finales (limpieza) al primer asentamiento de cien viviendas con esta tecnología, montado en el breve lapso de dos meses.
Ello se debió al esfuerzo de miles de personas de todos los sectores sociales, y de obreros de la ECOA-37 del MICONS.
Uno de estos hombres, Alberto Aramendía, asegura que «el sudor que solté aquí, ni en la zafra del 70». Lo acompañan en su juicio decenas de entrevistados que pasaron 60 días dándole la bienvenida al sol y despidiéndolo.
Solo así se logran maravillas como esta, cree el joven de 19 años Pedro Arturo Quintana.
Juan Romero, director del Centro Venezolano de Formación del Sistema de Petrocasas y asesor técnico principal, opina: «Han primado, sobre todo, la organización y la disciplina en el trabajo, así como la rápida asimilación de la tecnología, que realmente es sencilla, pero resulta totalmente nueva».
Experiencia cienfuegueraDurante su visita el 14 de octubre a la Refinería de Petróleo Camilo Cienfuegos, el presidente de Venezuela, Hugo Chávez, se refirió a la entrega de varias de estas casas a nuestro país.
De forma inicial propuso el montaje de 20 viviendas, a fin de que los cubanos pudieran familiarizarse con la novedosa tecnología y los proyectos, y evaluaran los costos de ejecución, pero después propuso elevar la cifra a cien.
Inmediatamente se emprendió de forma muy ágil la microlocalización y el 18 de octubre fueron iniciadas las obras.
Los primeros módulos arribaron al aeropuerto cienfueguero una semana después. Luego, el 14 de noviembre, llegaron otros en uno de los dos envíos efectuados por vía marítima.
La dirección del país dio la encomienda a las autoridades provinciales de emplearse a fondo para culminar en breve tiempo estos inmuebles, por lo cual, pese a su fácil montaje, fue necesario aumentar los estándares de tiempo con que se erigen.
De entonces a acá, a razón de una unidad y media por jornada —la norma es una— se cumplió el objetivo, y hoy se muestran a la vista en el flamante Distrito Simón Bolívar, a la izquierda de la avenida del mismo nombre que conduce a la Refinería.
¿Una petrocasa?De tanto que se ha escuchado el término, muchos se preguntan en qué consiste definitivamente una petrocasa. El desconocimiento le hizo afirmar a una persona delante de este periodista: «Eso no es natural, una casa no puede hacerse de combustible».
Su durabilidad alcanza el siglo, y requieren de un mantenimiento muy limitado que apenas se reduce a agua y jabón. Las petrocasas surgen en Venezuela como opción a las dificultades habitacionales. Son confortables, funcionales y frescas en su interior. Su durabilidad alcanza el siglo, y requieren de un mantenimiento muy limitado que apenas se reduce a agua y jabón.
El elemento con que se construyen se nombra PVC, un producto de coloración blanca, factible de teñir durante el proceso productivo, o en un momento posterior con pinturas de vinil y caucho.
Este material no es inflamable ni portador de gases tóxicos; y además contiene un aditivo protector contra los rayos ultravioletas.
El PVC es el polímero que se obtiene del cloruro de sodio (57 por ciento) y petróleo o gas natural (43 por ciento), dotado de la notable capacidad de resistencia de 1,4 gramos por centímetro cúbico, afirman fuentes especializadas en el tema.
El arquitecto Rolando Díaz, quien por su función de presidente del gobierno de la provincia ha liderado el proceso de construcción, define las características de los inmuebles erigidos aquí:
«Poseen una base de hormigón con refuerzos estructurales, y están diseñadas para ubicarlas sobre suelo con resistencia de 0,5 kilogramo por centímetro cuadrado; aunque la resistencia del lugar donde fabricamos este asentamiento está entre 2,7 y 2,8 kilogramos por centímetro cuadrado», revela.
Agrega que después de la inserción de la base, el segundo momento es el montaje de las viviendas, mediante varios componentes principales: el primero es el replanteo de dicha casa y después su certificación por los técnicos.
«En ese momento se pasa a una etapa de encofrado, porque a la vivienda, en su interior, se le vierte un mortero con resistencia entre 90 y 95 kilogramos, que consolida la estructura general», continúa Rolando.
El arquitecto acota que con posterioridad ocurre el montaje de soportes metálicos, sobre los cuales se coloca un «entablado» de PVC, que sirve de falso techo. Entonces se monta el techo.
«Uno de los elementos de terminación incluye la carpintería de PVC. Las hemos hecho exactamente como las diseñaron los venezolanos», agregó Rolando.
Muchos atractivosLos constructores de las petrocasas del Distrito Simón Bolívar afirman que estas poseen 70 metros cuadrados, tres habitaciones, dos baños, una cocina-comedor, sala y un portal, y a esta experiencia cubana se le adicionó un patio de servicio techado, precisan los ejecutores.
El sistema tiene algo novedoso, ya que es la primera vez que se trabaja en la provincia con un sistema soterrado de electrificación y comunicaciones.
Eso lo hace invulnerable ante huracanes y otro tipo de desastres, eventos a los que es resistente la estructura de estas edificaciones. Incluye un área de multiservicio, bodega, escuela, consultorio médico, parque infantil y áreas deportivas, que beneficiarán a sus habitantes y a los de un aledaño edificio multifamiliar.
La selección de quienes las habitarán ha sido equilibrada: un 50 por ciento para personal de la Refinería de Petróleo, y el resto seleccionado por centros de trabajo.
La alegría de muchas personas se desborda ante esta buena nueva, y sobre todo por la posibilidad real de que el proyecto cobre amplitud en un futuro cercano.
