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CIENFUEGOS.— Con el propósito de evitar afectaciones en la flora del territorio ante proyectos que se ejecutan vinculados al polo petroquímico cienfueguero, el Jardín Botánico de esta provincia desarrolla exploraciones y estudios in situ para preservar las plantas más amenazadas, fundamentalmente las especies endémicas locales.
Una de las zonas en las que se desarrollan estas acciones es el Caletón de don Bruno, cercana a la otrora fortaleza Nuestra Señora de los Ángeles de Jagua, donde se esperan transformaciones en el ecosistema debido a la actividad del hombre, y en la que existen importantes especies botánicas distintivas de la región centro sureña como el Agave grisea (maguey) y la subespecie Erythroxylon minutifolium var. Cubensis (arabillo o arabo de piedra).
Niurka Medina Bárzaga, especialista principal del grupo técnico de la referida institución cienfueguera, informó que para fortalecer el manejo de la biodiversidad local actualmente se realizan también otras investigaciones enfocadas hacia el monitoreo de algunas poblaciones naturales de especies de interés botánico en estado silvestre, con prioridad para la introducción de las de nuevo tipo y la reproducción de aquellas que están más amenazadas.
Entre los resultados del trabajo en el terreno, Medina Bárzaga destacó el redescubrimiento de la especie Caesalpinea glaucophylla (mate de costa), endémica de la localidad de Cieneguita, en Abreus, cuya área de ocupación se considera muy restringida, así como el reporte de la Agave acicularis (maguey), endémica estricta de la provincia, catalogada en peligro crítico de extinción y registrada en la localidad de La Yaba, de conjunto con las especies Manilkara jaimiqui (ácana) y Garcinia aristata (manajú).
El Jardín Botánico de Cienfuegos, fundado en 1901 —declarado Monumento Nacional en 1989—, atesora en sus 94 hectáreas de extensión alrededor de 117 familias y más de 1 500 especies, de ellas el 80 por ciento son exóticas, traídas fundamentalmente de las fajas tropicales.
