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Cuando el Che regresó para siempre

El 17 de octubre de 1997 se realizaron las honras fúnebres en la plaza de Santa Clara, donde descansan hasta hoy los restos mortales del Guerrillero Heroico

Autor:

Nelson García Santos

SANTA CLARA.— Aquella enorme multitud, conmovida pero orgullosa de atesorar para siempre al Comandante Che Guevara en esta tierra, lo sintió quemando la brisa con soles de primavera, como le cantó el poeta Carlos Puebla. Era el 17 de octubre de 1997, hace hoy 15 años.

El anuncio del descubrimiento de sus restos el 28 de junio de 1997, en Bolivia, junto a otros seis compañeros en el viejo aeropuerto de Valle Grande, en una fosa común, estremeció a la Isla, porque uno de sus hijos universales reposaría en la Patria que tanto amó y por la que tanto hizo.

Luego fue aquel tributo sin precedentes. Primero en La Habana, después en el trayecto hasta la Sala Caturla, de la Biblioteca Provincial Martí, donde miles de villaclareños le rindieron tributo desde el 14 y hasta el 17. Este día se realizaron las honras fúnebres en la Plaza, donde Fidel pronunció un emotivo discurso para recibir al Destacamento de Refuerzo, como lo calificó.

Aún frescos en la memoria los homenajes de este 8 de octubre, aniversario 45 de su caída en combate, el de hoy será una evocación más íntima allí donde reposan sus restos, con un cambio de flores. Lo harán constructores que participaron en la ejecución del Complejo escultórico y combatientes.

Pero en el memorial el desfile es continuo. Desde la llegada de sus restos, más de 3 151 000 cubanos y extranjeros le han rendido tributo. Y este 8 de octubre lo visitaron 1 270 personas, muy por encima de la cifra promedio mensual, de más de 800.

La relación entrañable de Ernesto Guevara y esta ciudad, donde escribió la página más brillante de su genio militar, quedó atrapada también en esa canción Hasta siempre, Comandante, profética, por aquello de que «aquí se queda la clara, la entrañable  transparencia de tu querida presencia». Y esto resulta uno de los grandes orgullos de los revolucionarios de verdadera fibra.

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