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Los multipropósitos de una Terminal

Tras 36 meses de afanes constructivos, fruto de un proyecto de colaboración de la Mayor de las Antillas y China, ya da sus primeros pasos de ajuste tecnológico la moderna terminal multipropósito del puerto de Santiago de Cuba, un puntal para la economía del país

Autor:

Odalis Riquenes Cutiño

Santiago de Cuba.— Al noroeste de la bahía santiaguera trasiega y respira el progreso. Arribó en dos buques de contenedores y fue izado por los potentes medios de tres grúas pórtico emplazadas por primera vez en la historia de la rada.

Ya en tierra, en el interior de confortables locales, manos jóvenes apuestan por el control automatizado de sus movimientos. Un escaneo de rutina deja claro que trae una carga de futuro y altos retos para que el puerto Guillermón Moncada diga adiós a los estigmas que limitan su eficiencia.

Así, cual criatura recién nacida que debe aprender a andar, sostenida por sus padres: los especialistas criollos y chinos que tras 36 meses de empeños le han dado a luz, desde el pasado 19 de enero da sus primeros pasos de ajuste tecnológico la terminal multipropósito del puerto de Santiago de Cuba.

Muy cerca del sitio fundacional de la Ciudad Heroica y con nombre aborigen: Yarayó, un nuevo muelle de hormigón, dotado con un equipamiento de última generación, y 18 objetos de obra que resaltan por la calidad de su resultado final, exhiben el rostro de la modernidad.

Con tales soportes, una nueva rutina se inicia para el enclave portuario indómito, vital en la carga y descarga de las mercancías que por vía marítima llegan o salen del Oriente, que le pondrá en el camino de la eficiencia, la agilidad y las facilidades operacionales.

Ventajas de la modernidad

Cuando sea oficialmente inaugurada la nueva terminal multipropósito de Santiago de Cuba comenzará sus operaciones en la fase de puesta en marcha por el período de un año, y lo hará en caliente: operando buques de tráfico internacional.

Así lo describe José Antonio Olivares Díaz, director general de la Empresa de Servicios Portuarios del Oriente (Serpo), para quien la nueva obra dará respuesta a añejas necesidades y convertirá al Guillermón en primer puerto de descarga y el segundo del país en cuanto a  nivel de desarrollo, automatización, construcción y equipamiento, únicamente superado  por la terminal de contenedores del Mariel.

El Guillermón Moncada vive la primera etapa de su modernización, y esa modernidad exhibe múltiples aristas que apuntan hacia el beneficio del enclave santiaguero y de la economía nacional.

Entre los objetos de obra que se entregan por estos días destacan dos confortables almacenes, cuyo diseño da respuesta a las 20 000 toneladas que constituyen la capacidad operacional  del puerto santiaguero y que al decir de Olivares Díaz están concebidos para no permitir que los barcos caigan en estadía ante cualquier fallo de la cadena puerto-transporte-economía interna.

Según explicó el directivo de Serpo están dotados de una  sólida estructura, iluminación a través de tejas translúcidas,  extractores de aire que garantizan la temperatura interior y cuentan con novedosas esteras con bandas transportadoras que humanizarán el trabajo de los estibadores, sobre todo en el trasiego de la saquería.

«Estos almacenes no se van a dedicar a recibir carga, los hemos concebido como depósitos temporales. Por ejemplo, si falla el ferrocarril o existe algún problema en la cadena, ahí hay una retaguardia.

«Eso nos dará la posibilidad de paralizar para su reparación progresiva los almacenes con que hemos trabajado hasta hora, espacios muy viejos, que fueron seriamente dañados por el huracán Sandy, y que han aguantado hasta hoy gracias al ingenio de nuestros trabajadores».

La puesta en marcha de la nueva terminal es interpretada por el directivo de Serpo también como una recuperación de los espacios y funcionalidad de los atraques del puerto santiaguero, menguados desde hace 12 años, cuando por problemas de financiamiento y envejecimiento de algunas de sus estructuras, se perdieron los muelles más funcionales, los del antiguo Luis Felipe Mena Gil, y quedaron solo los embarcaderos del 30 de Noviembre.

Compulsado por la excelencia del moderno muelle de la nueva terminal, el Guillermón podrá retomar su antigua rutina de descarga, aquella en la que, como promedio, se operaban tres barcos: uno con saquería, otro con  con mercancías a granel y un buque de menor  porte, fundamentalmente con cemento o piensos de exportación, aclaró Olivares Díaz.

Los trabajos constructivos abarcaron asimismo los viales internos y el ramal ferroviario, lo que confiere ventajas operacionales en la descarga directa del buque a las casillas ferroviarias.

Entorno para las tecnologías

A la par de la obra civil llegan a la rada grandes novedades desde el punto de vista tecnológico. Un imponente símbolo del cambio que ha tocado puerto lo constituye el emplazamiento por primera vez en la historia del Guillermón de tres grúas pórtico multipropósito, tres moles amarillas de 56 metros de altura, visibles desde puntos distantes de la ciudad: una de 50 toneladas de capacidad y otras dos de 30.

«Presumidas» asumen su condición de multipropósito, pues están dotadas con aditamentos de última generación para la manipulación de todo tipo de mercancías: carga  general, contenedores, saquería, y graneles, con un alto rendimiento, confiabilidad, precisión, bajo costo operativo y de consumo de energía, entre los que pudieran destacarse el uso de jaibas electrohidráulicas para el trasiego de los productos a granel.

Pero sin dudas, coinciden los expertos, lo más revolucionario que ha llegado a la terminal Yarayó no es visible desde lejos, como las enormes grúas. Se trata del software para el control integrador de las operaciones portuarias (Citos), por sus siglas en inglés, que desde el Centro de Operaciones controlará y dirigirá todos los movimientos de la nueva terminal.

El producto informático, describen los entendidos, controla todas los procesos en tiempo real, lo que posibilitará un mayor nivel de organización de las operaciones y eficiencia con los clientes a la hora de recibir o despachar mercancías.

 Olivares Díaz lo define como un salto en el tiempo, que deja atrás  maneras de hacer que se apoyaban sobre todo  en la utilización de la fuerza de trabajo, para convertirse en  un entorno basado en las tecnologías, que a la vez que simplifica la actividad directa, humaniza el trabajo y mantiene eficientes los niveles de operaciones.

Sin embargo, los nuevos signos de modernidad que se respiran en la rada  también entrañan para los portuarios indómitos grandes retos, pues implican  nuevas rutinas y una disciplina tecnológica con las que hoy no se cuenta acá.

En Santiago de Cuba no hay antecedentes del manejo de estos sistemas automatizados, explicó Olivares Díaz, por eso desde hace meses un grupo de jóvenes ingenieros y técnicos nuestros, sin abandonar las labores que hasta ahora acometían aquí, y asesorados por los especialistas de la terminal de contenedores del Mariel —el otro lugar del país donde se utilizan esos sistemas— se  han entrenado para el manejo de la nuevas tecnologías, con la mira puesta en garantizar funcionalidad.

Igualmente el Guillermón exhibe un equipamiento de última generación presto a defender en lo adelante la eficiencia  y seguridad operacionales, entre los que se sobresalen las tolvas ecológicas, con la función de pesaje incluida, que disminuyen  la emisión de polvo hacia la atmósfera y se muestran como un antídoto de precisión contra los faltantes.

En materia de seguridad también hay primicias. Un sistema de monitoreo por cámaras las 24 horas, con capacidad de almacenaje de las imágenes de un año y el empleo de una cámara de Rayos X destinada al escaneo de los contenedores, garantiza la seguridad de las operaciones.

Así, encuentra el Guillermón Moncada los caminos del pronto despacho que reduzcan la erogación de divisas por el pago de estadías, la disminución de los desembolsos por concepto de fletes y los costos adicionales que imponen los navieros porque un barco tenga que descargar en más de un puerto, aspectos todos que ya tienen antídoto eficaz en las potencialidades de la nueva terminal.

El reto en el horizonte

Bajo la asesoría de la empresa china Communications Contruction Company Ltd (CCCC) —una de las diez constructoras más prestigiosas del mundo en este ramo—, la terminal concluyó con un cumplimiento bastante cercano a lo planificado en el cronograma de ejecución.

Desde junio de 2015, más de un centenar de constructores chinos y unos 200 cubanos, enfrentaron no pocos retos en pos del avance exitoso de esta, la inversión más grande vinculada con el transporte marítimo en los últimos tiempos, llamada a convertirse en la bandera para la extensión de la colaboración económica y comercial en otras ramas en Santiago, la región oriental y Cuba.

En el horizonte se avista ahora el compromiso de conseguir la necesaria eficiencia operacional que propicie la devolución del crédito en 20 años. El Director de Serpo lo define con certeza: «A esta terminal no le puede faltar un barco, y tiene que operarse con eficiencia. Nos toca ahora trabajar».

Tanto empeño pone la varilla alta a aspectos como la extracción de las mercancías y obligará a trabajar con compromiso en la conexión y el mejoramiento de los viales exteriores, y en la liberación de la capacidad de los almacenes, hoy comprometida por demoras en la extracción de mercancías de algunos organismos. También, a acometer con mayor celeridad inversiones que beneficien la logística de recepción de mercancías, como los granos a granel, con la construcción de silos.

El progreso ha tocado puerto en el Oriente cubano. Tierra adentro, puede otearse un futuro promisorio.

Construir un muelle

Satisfacción y exigencia pudieran definir los dos últimos años en la vida del ingeniero civil santiaguero Walter Niuvó Medina. Son los mismos en los que se ha entregado con toda intensidad a la bonita experiencia de construir un muelle, algo que añoran sus colegas y que no muchos logran: «porque un puerto no se construye todos los días».

Ingeniero civil Walter Niuvó Medina.

Es ese justo el tiempo en que este joven de 34 años de edad ha llevado sobre sus hombros la responsabilidad de estar el frente de la Unidad Básica de Inversiones (UBI) Yarayó, que representó a la parte cubana en la construcción de la moderna terminal multipropósito del Guillermón Moncada.

Como uno de los primeros expedientes de la promoción de 2008 de la Facultad de Construcciones e Ingeniería Civil de la Universidad de Oriente, había tenido experiencias profesionales anteriores en una Empresa de Proyectos del Ministerio del Interior y en la construcción de hoteles en el polo turístico de Varadero.

En mayo de 2014 entró a la plantilla de Serpo, y un año después del comienzo de su trabajo como especialista en el puerto santiaguero, al iniciarse la obra fue escogido como jefe de proyectos de la nueva UBI que se creaba. Tiempo más tarde fue designado por la empresa como representante de la inversión por la parte cubana.

«Ya la inversión llevaba un año de iniciada, y como estaba a cargo de los diseños tenía bastante dominio de todos sus detalles, pero aun así la noticia me movió a sentarme a pensar en la responsabilidad que implicaba.

«No dudé, pero puedo decirte que estos dos años han sido una experiencia intensa y gratificante, por la responsabilidad de garantizar que el país invirtiera bien el crédito otorgado por el Gobierno chino en una de las obras de infraestructura más importantes; y tenía que hacerlo bien.

Durante estos últimos años de quehacer el equipo de inversionistas por la parte cubana debió enfrentar no pocos desafíos, algunos muy técnicos, como el de levantar un atraque estructuralmente sostenible y resistente en un suelo excesivamente húmedo y de escasa consistencia, lo que obligó a la búsqueda y puesta en práctica de novedosas soluciones ingenieras, como el uso, por primera vez en Cuba, del método de precarga con mechas drenantes para el tratamiento del suelo.

«Construir el muelle no fue tan complicado para nosotros, porque por suerte aquí en Santiago tenemos cuatro ingenieros hidrotécnicos graduados en Rusia, pero el tratamiento del suelo sí lo fue; tuvimos que estudiar mucho para ser una buena contraparte de los especialistas chinos. Asesorados por la Empresa Nacional de Investigaciones Aplicadas (ENIA), que estuvo todo el tiempo acá, conseguimos llevar el control de la calidad.

Nuevas facilidades pueden constatarse con el empleo de las modernas grúas pórtico.

«Al ser esta una de las primeras grandes inversiones con capital extranjero en el territorio santiaguero, por ejemplo, no estábamos lo suficientemente preparados; ha sido una experiencia a la que todos hemos tenido que  enfrentarnos para crecer.

Desde el moderno centro de operaciones de la nueva terminal jóvenes santiagueros, con el apoyo de los especialistas del Mariel, dan los primeros pasos en el manejo del software Citos para el control.

«El trabajo con la contraparte china fue enriquecedor y al mismo tiempo complejo, no solo por el idioma, que fue una barrera fuerte (ellos aprendieron español, nosotros no pudimos aprender chino), sino también porque nuestras maneras de hacer a veces diferían, pero fue muy bueno y creo que ganamos todos: hoy tenemos un equipo preparado para enfrentar inversiones con estas características».

Las dificultades en el suministro de los materiales marcaron momentos tensos, mas a pesar de eso, recalca Walter Niuvó, «la inversión se cumplió en el tiempo previsto, y el Ministerio de la Construcción (Micons), con la industria de materiales, el chequeo sistemático por la máxima dirección del país y el apoyo de la provincia, impulsado por sus principales autoridades, logró darle la prioridad que la inversión necesitaba en términos de materiales y conseguimos terminar en tiempo.

«Construimos en momentos en que la provincia encaminaba a la vez un vasto programa de recuperación tras el paso del huracán Sandy y nuestra inversión demandó muchos áridos.

Este joven padre de dos niños, agradece el apoyo de su familia, vital para que pudiera crecer como ser humano y especialista en estos días de entrega. «En la terminal hay anécdotas que ilustran que hay muchas cosas que podemos hacer siempre teniendo como guía a los principios de nuestra Revolución».

Revolución portuaria

«Estamos aquí en nombre de las buenas relaciones entre Cuba y China, dos países hermanos, en este proyecto que fue una inversión del Banco de China para apoyar el desarrollo de la infraestructura de los puertos en este país», expresó a este diario Ge Goo, el especialista en informatización portuaria de esa nación, quien tras un lustro de labores en el país, insiste en que su nombre, en español, es Nelson.

Acompañado de los jóvenes ingenieros y técnicos de la terminal de contenedores del Mariel, donde desarrolló su primer proyecto en Cuba, explica que los trabajos en la terminal Yarayó constituyeron una singularidad.

Su empresa, detalla, con más de 25 años  de experiencia en la informatización portuaria,  ha desarrollado sistemas para más de 70 puertos que tienen operaciones de carga general a granel,  y otros 50 que mueven contenedores, siempre creando sistemas especializados para cada tipo de carga.

«El puerto de Santiago es un caso especial porque es multipropósito: tiene contenedores, carga general, almacenes; aquí el transporte es múltiple: trenes, camiones, patanas, cosas que no habíamos visto en otros países.

«La ventaja de nuestra empresa es que es capaz de desarrollar sistemas personalizados, según el tipo de operación o la necesidad que  tenga el cliente. Por eso aquí creamos el software Citos, un sistema operativo para el control inteligente de las operaciones en el que se integran todos estos módulos».

Para el experto chino, cuyo grupo de trabajo se ocupó también del aseguramiento de los hardwares de los sistemas contra incendios, de audio-voz y amplificación, de monitoreo, de televisión y de toda la comunicación inalámbrica interna con wifi, la terminal santiaguera es hoy un recién nacido, que de la mano de la solidaridad y la integración, logrará crecer y llegará a correr. Estamos haciendo otra revolución en la parte del transporte portuario», expresó.

Inversión en cifras

  • La nueva terminal multipropósito permitirá mover desde su muelle 565 000 toneladas al año, entre mercancía general, contenedores y productos a granel, del millón de toneladas que anualmente opera la Empresa de Servicios Portuarios del Oriente.
  • Con la nueva obra se podrán recibir en la rada buques de hasta 40 000 toneladas, lo cual ratificará al puerto santiaguero como el segundo en importancia del país.
  • La inversión en el Guillermón Moncada comprendió la construcción de un nuevo muelle de hormigón armado de 231 metros… y 18 objetos de obra entre los que se incluyen dos almacenes con capacidad para 10 000 toneladas cada uno.
  • Los regímenes de descarga diarios de 2 500 toneladas para saquería y 1 500 toneladas de productos o mercancías a granel, se elevarán con la nueva terminal a 5 000 y 3 000 toneladas, respectivamente.
  • Emprendido por una compañía holandesa el dragado de la bahía a 11,65 metros en una primera etapa, benefició el canal de acceso, la dársena de maniobra y el cajón de atraque, y posibilitará el acceso de barcos de hasta 10,80 metros de calado.
  • En la obra laboraron unos 240 constructores cubanos y 130-140 especialistas, técnicos y obreros chinos.

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